Educación ofrece a los profesores un complemento retributivo fijo

Las negociaciones que pueden poner fin a más de cuatro meses de enfrentamiento, con huelgas, protestas y descalificaciones cruzadas de por medio, entre las universidades públicas madrileñas y la Consejería de Educación continuarán mañana. El detonante del conflicto fue un complemento de 3.606 euros prometido por el Gobierno de Ruiz-Gallardón en concepto de "méritos" y que Esperanza Aguirre no quiere abonar. Ahora se negocia otro diferente del de méritos, que sea para todos los profesores. Los sindicatos quieren que sea de al menos esos 3.606 euros.

La guerra abierta entre las seis universidades públicas madrileñas y la Consejería de Educación durante los últimos meses se ha reflejado en el enorme enfado de los profesores. Éstos lo han venido mostrando más allá de las manifestaciones y las huelgas -cuatro en apenas cinco semanas- en las asambleas de trabajadores que tuvieron lugar en las distintas facultades. Allí se propusieron cosas como reventar los exámenes de selectividad, no hacer los exámenes de junio o repartir aprobados generales para todos los alumnos de último curso, según explica Ángel Ponce, responsable de universidades del sindicato CC OO.

Lo que les había llevado a ese punto no era otra cosa que su sueldo: iban a dejar de cobrar 3.606 euros anuales. Desde 2001, todos los profesores universitarios cobraban un complemento retributivo por ese valor. A este acuerdo habían llegado un año antes los sindicatos con Gustavo Villapalos, el consejero de Educación del entonces presidente de la Comunidad, hoy alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Las competencias de las comunidades autónomas no les permiten variar los salarios de los profesores salvo a través de una serie de complementos prefijados en la ley. Así, este complemento, aunque según el acuerdo firmado era para todos los profesores de los "cuerpos docentes, ayudantes y asociados", se metió en el artículo 46.2 de la Ley de Reforma Universitaria de 1983, que dice textualmente: "El Consejo Social, a propuesta de la Junta de Gobierno, podrá acordar con carácter individual la asignación de otros conceptos retributivos, en atención a exigencias docentes e investigadoras o a méritos relevantes", es decir, en función de los méritos.

Llegó a finales de 2003 el nuevo Gobierno regional, también del PP, pero con Esperanza Aguirre como presidenta. Y con ella, un nuevo consejero de Educación, Luis Peral. Éste se encontró con un complemento retributivo por méritos que no necesitaba méritos para ser cobrado. Además, se encontró con que las universidades públicas solicitaban más presupuesto para poder pagarlo. Así, el 24 de abril de 2004, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó los nuevos criterios para que cada profesor, acreditando cada año sus méritos individuales de investigación o de gestión, y en función de ellos, cobrara ese complemento.

Pero desde el punto de vista de los profesores, representados por todos los sindicatos, independientemente de su orientación política -CC OO, UGT, CSI-CSIF, CSIT-UP y CGT-, se les estaba quitando un dinero -en el mejor de los casos, un tercio de los 3.606 euros- que a ellos les habían vendido como un complemento fijo a su nómina, incumpliendo, además, un acuerdo firmado entre sindicatos y consejería. Así, comenzaron las protestas y las huelgas. El enfado fue creciendo con la negativa de Educación a negociar, lo que se sumó al hecho de que las mesas de negociación, que habían puesto en funcionamiento también Ruiz-Gallardón, no habían sido convocadas desde la llegada de Aguirre, lo cual ya venían exasperando a los sindicatos desde principios de este año.

Después de cuatro huelgas y un encierro de 24 horas en el vicerrectorado de alumnos de la Complutense, por fin llegó la negociación. El consejero de Educación se reunió la semana pasada con los rectores, primero, y con los sindicatos, después.

La negociación se encuentra en estos momentos en una propuesta de la Consejería, rechazada por los sindicatos, de pagar 2.500 euros anuales a cada profesor por el complemento fijo, y otros 1.000 en función de sus méritos. Por el otro lado, los sindicatos piden, de complemento fijo, esos 3.606 euros, repartidos en mensualidades de 300, y la negociación del complemento por méritos, dejarla aparte. Parece, según Ángel Ponce, que este acuerdo será posible, aunque los docentes no empezarían a disfrutar de él hasta 2006, cuando se negocie el siguiente contrato programa.