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Una pareja de polacos, detenida por matar a su hija recién nacida

F. Javier Barroso

La pareja formada por Agnieska Kaps, de 24 años, y su compañero sentimental, Robert Rudolf, de 29, ambos de nacionalidad polaca, han sido detenidos acusados de matar a su hija recién nacida, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía. La autopsia al cadáver de la pequeña permitió descubrir que el bebé había nacido vivo y que falleció tras recibir un fuerte golpe en la cabeza. Esto motivó que el juez ordenara el arresto inmediato de los padres.

Los hechos ocurrían el pasado domingo, 27 de junio, cuando un facultativo del Summa avisó pasadas las siete de la tarde de que había una niña, nacida tras ocho meses de gestación, muerta en el cuarto de baño de la vivienda, en el segundo piso del número 6 de la calle de San Ciriaco, en el distrito de Vicálvaro. La criatura estaba en el interior de una cesta de ropa, envuelta en una toalla.

La mujer fue trasladada a la maternidad de O'Donnell por si aún tenía la placenta dentro. Allí dijo que se había desecho de ella, tras tirarla por el inodoro. Agentes de la comisaría realizaron un minucioso registro por los contenedores de las inmediaciones en busca de la placenta. A la vez también acudieron bomberos del Ayuntamiento para que levantaran el inodoro y rastrearan las tuberías. Todos estos intentos resultaron negativos. No fue hallada la placenta.

Los policías averiguaron que la llamada de alerta la habían efectuado unos amigos y compatriotas de la parturienta, sobre las seis de la tarde. Según la chica, ella y su novio llamaron a los servicios de urgencia al ver al bebé muerto. Por su parte, el padre del neonato, compañero sentimental de Agnieszka, llegaba a la vivienda pasadas las diez de la noche, según él, tras dar una vuelta por la calle.

Malas relaciones

Robert declaró en comisaría que convivió con Agnieszka hace ocho años y que ya tenían otro hijo en común, de cuatro años. La relación no iba bien y ya no vivían juntos. Según manifestó, no estaba presente en el parto y un primo le avisó de que algo pasaba en su casa porque estaba la policía. La mujer por su parte, dijo que cuando dio a luz se encontraba sola con el pequeño de cuatro años y que, como su pareja tenía el teléfono apagado, llamó a una amiga suya.

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La autopsia y el informe del médico forense confirmaron que el bebé nació vivo y que su muerte fue posterior, por traumatismo craneoencefálico.

La pareja llevaba unos dos años viviendo en la calle de San Ciriaco. Según algunos conocidos, no pagaba los 540 euros mensuales de alquiler desde principios de año. Eso motivó que el dueño de la vivienda les cortara el agua. "Encima habían metido dos realquilados a los que cobraban como mínimo 450 euros", señalaron los conocidos. Él decía que trabajaba como electricista, mientras que ella no solía salir de casa.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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