Linford, fundador del Spamhaus Project: "El 'spam' es un negocio muy rentable"
La mafia italiana metida en el tinglado, bandas organizadas de criminales rusos sacando tajada, llamadas telefónicas amenazantes... Produce pavor y causa perplejidad en la audiencia escuchar a Steve Linford hablar del correo basura y desgranar con detalles cómo se organiza el negocio y de dónde sale el beneficio de enviar diariamente por todo el planeta 8.000 millones de correos publicitarios o engañosos que nadie ha solicitado.
Linford lleva desde 1996 al frente del Proyecto Spamhaus con el que trata de cortar de raíz el correo basura, también conocido como spam. Un equipo de 50 personas mantienen en tiempo real grandes listas en las que recogen las direcciones de Internet (direcciones IP) de los ordenadores usados para enviar este correo basura por todo el mundo. Los proveedores de acceso de todo el planeta usan estas listas para bloquear los mensajes que procedan de esas direcciones.
"Se trata de una larga batalla por la que hay que pelear a cada momento. Si bloqueas un ordenador el spammer utiliza otro", cuenta Linford, que reside en Estados Unidos.
Cambio de tácticas
El spammer va siempre un paso por delante de los detectives. "En los inicios del fenómeno, el spam provenía directamente de las máquinas de los spammers, por lo que era muy fácil bloquearlo, pero entonces los spammers comenzaron a usar servidores abiertos tras darse cuenta de que muchos servidores de correo eran inseguros; éste fue el principal problema hasta 2002", recuerda.
En el año 2004 la táctica ha vuelto a variar. "Ahora nuestros ordenadores hacen de servidores abiertos. Los spammers toman el control de nuestros ordenadores de forma que pueden enviar 100.000 correos basura a través de un ordenador en Madrid que los redistribuye a su vez por todo el globo". Y cada semana pueden conseguir que entre 50.00 y 200.00 máquinas trabajen para ellos; así que cuando les bloqueamos un ordenador usan otro.
"Creo que nuestra misión es importante y que es necesario hacer lo que estamos haciendo. El correo electrónico es un medio fantástico para la comunicación entre personas", confiesa. Su lucha será larga, porque el spam está para quedarse, admite Linford, que se conforma con que en un futuro próximo se pueda reducir el correo basura al 20%. Pero de momento seguirá aumentando. "Ahora constituye el 70% del correo que se envía, para el próximo verano será el 80%...". En su opinión, la solución pasa por leyes fuertes y el uso de la tecnología para tapar los agujeros que éstas dejan. "Si no puedes hacer que el correo basura sea ilegal en todas partes, entonces debes usar la tecnología para pararlo; pero necesitamos las leyes primero; se necesita la combinación de mitad leyes mitad tecnología". Con unas y otras, Linford seguirá en su empeño: "Dejar sin negocio al spammer".
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