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El Parlament aprueba la creación de un fondo para el reequilibrio de los peajes

El pleno del Parlament aprobó ayer por unanimidad la propuesta de crear un fondo para reequilibrar los peajes en Cataluña. El dinero de este fondo deberá proceder de los impuestos que generan las propias autopistas: el IVA y el impuesto de sociedades, tanto en los tramos estatales como en los autonómicos. La suma de estas cantidades ronda los 180 millones de euros. La propuesta debe pasar ahora por el Congreso de los Diputados. Es la segunda vez que el Parlament aprueba una medida similar. La anterior fue en 2000, también por unanimidad, pero el Partido Popular la rechazó en el Congreso.

Pocas veces los diputados se despellejan estando de acuerdo. Ayer lo hicieron con tal saña que daba la impresión de que el disenso era total, cuando la propuesta había sido presentada de forma conjunta por CiU y los tres grupos que apoyan al tripartito. Pese a todo, el tono general de las intervenciones fue de descalificación general. El PP, que votó a favor de la propuesta, fue descalificado porque ya lo hizo hace cuatro años y luego no mantuvo el tipo ni el voto en el Congreso. Josep Rull, de CiU, criticó a los socialistas y aseguró que su grupo nunca ha cambiado de posición, obviando que el propio presidente de CiU, Jordi Pujol, se manifestó de forma taxativa contra la eliminación de los peajes. La izquierda reprochó a CiU su "connivencia cómplice" con las concesionarias, donde han encontrado acomodo y sueldo media docena de ex consejeros convergentes.

Homenaje a Jordi Carrillo

Joan Galcerán (PSC) y Joan Boada (ICV) dedicaron parte de su intervención a recordar al que fue gerente de Xarxa Viària, Jordi Carrillo, fallecido hace unos meses. Ambos coincidieron en que sin él el movimiento contra los peajes no hubiera prosperado y elogiaron tanto su capacidad para analizar el problema como para convencer incluso a los adversarios, como CiU. La propuesta de un fondo a partir de los impuestos que generan los peajes fue idea de Carrillo y ayer la refrendó el Parlament.

Galcerán, que calificó las barreras de las autopistas de "máquinas tragaperras", aseguró que CiU ha defendido un modelo de peajes e incluso de supresión de éstos que se rige por un criterio claro: siempre acaba en beneficios privados y perjuicios para el erario público. Asimismo, defendió que el fondo debe servir para un rescate selectivo de peajes. Boada criticó que las concesionarias utilicen para el cableado el espacio de la concesión, que es público y no de ellas, sin beneficio alguno para los usuarios y reclamó al Gobierno catalán que corte estos abusos.

Casi a la misma hora, Salvador Alemany, el máximo dirigente de Abertis (grupo de concesionarias que incluye ACESA y Aucat), defendía en Santander un pacto con la Administración que sirva para determinar cuándo los usuarios no deben pagar el peaje, aunque rechazaba levantar las barreras en caso de congestión. Alemany sugirió que cuando las autopistas no tienen capacidad suficiente, deben ser ampliadas con cargo al erario público o a cambio de una prolongación del periodo de concesión. El Gobierno catalán entiende que no puede ser así y la propuesta de ley aprobada ayer incluye que las concesionarias hagan aportaciones cuando los beneficios que obtengan sean desmesurados. ERC e ICV creen que eso ya pasa hoy.

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