Más orden frente a más libertades
¿A qué dan importancia los ciudadanos? La encuesta de valores concluye de manera contundente: hay aspectos materialistas (mantener el orden, luchar contra la subida de los precios), pero también posmaterialistas (dar a la gente mayor participación, libertad de expresión o de elección).
De los aspectos sometidos a consideración en el macroestudio de la Asociación para la Encuesta Mundial de Valores, la mayoría relativa de la población del mundo identifica como principal objetivo para su país el "mantener el orden". En un segundo plano se expresa la demanda de participación y la lucha contra el incremento de los precios. La decencia de los políticos (no a la corrupción) y el ansia de prosperidad figuran también en un primerísimo lugar de las prioridades.
Las diferencias de jerarquía otorgadas por los diferentes países a cada cuestión son muy notables y reflejan las particularidades históricas y la coyuntura de cada sociedad. Así, la prosperidad y la seguridad económica y personal alcanzada en los países occidentales ha llevado a los individuos de esas sociedades a buscar otro tipo de satisfacciones menos materialistas (la estima personal, la expresión individual, incluso la tolerancia), mientras que, en el otro extremo, las sociedades de África subsahariana y el mundo islámico "tienden a priorizar", dice la encuesta, "aquellas metas vinculadas a la seguridad personal o económica, y a otorgar una importancia mucho menor a los valores posmaterialistas". Aun así, el pluralismo de estos grandes bloques es muy evidente.
La situación de España
España se sitúa con sus pares europeos: un 43% identifica como objetivos principales del país cuestiones vinculadas con valores no materialistas.
Otro dato es el que se refiere a la democracia como sistema de gobierno "menos malo". La inmensa mayoría de la población mundial valora este sistema como la mejor forma de gobierno, aunque con numerosas críticas a su funcionamiento real. Así, una parte significativa de ciudadanos cree que las democracias son "indecisas", o "poco eficientes" en el mantenimiento del orden social o para el mejoramiento de la situación económica.
El consenso mundial acerca de la democracia tiene pocas fisuras (salvo en Nigeria, hay unanimidad en que es "la mejor forma de gobierno"). España adopta igual criterio, con un 93% de acuerdo sobre esa idea. En materia religiosa España ofrece, sin embargo, particularidades: frente a una inmensa mayoría de ciudadanos que en Latinoamérica, el mundo islámico o la Europa del Este dice encontrar en la religión "fortaleza y consuelo", los españoles se dividen entre un 54% que sí encuentra ese consuelo y un 42% que no.
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