Fischler propone rebajas en las cuotas y los precios del azúcar
España rechaza la iniciativa del comisario europeo de Agricultura
A escasas semanas de su cese en el cargo, el comisario de Agricultura, Franz Fischler, ha elaborado una propuesta para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del sector azucarero. El documento contempla una dura bajada de cuotas y de precios que sólo se compensarían parcialmente con ayudas directas desvinculadas de la producción. Agricultores, industria y Administración española se oponen.
En reunión celebrada en la Secretaría General de Agricultura, todos coinciden en señalar que, si se produjera su aprobación, esta reforma supondría el fin para una buena parte del cultivo y de la industria en España. En los mismos medios se observa este esbozo de propuesta como un empecinamiento del actual comisario, que quiere dejar su huella a sabiendas que es imposible su aprobación inmediata. Además, la propia Comisión no quiere hacer una reforma profunda hasta conocer el resultado del estudio existente en la Organización Mundial de Comercio ante la denuncia de terceros países contra las ayudas comunitarias.
La actual regulación del mercado azucarero debería estar en vigor hasta 2006 y los calendarios sobre su reforma se concretaban a 2005. Frente a estas posiciones, Franz Fischler no ha elaborado un documento de reflexión, como se esperaba, sino una dura propuesta de cambio.
El comisario, a la vista de la situación excedentaria en el azúcar, plantea reducir en 2,8 millones de toneladas la cuota actual, que asciende a 17,4 millones de toneladas. La propuesta contempla unificar las cuotas A y B y, sobre todo, implantar un nuevo mecanismo para hacer negativos para España esos recortes por países. Mientras por el sistema actual el recorte en España sería de 71.000 toneladas, con el nuevo podría reducirse la cuota en 160.000 toneladas.
Aplicación en tres años
En materia de precios, actualmente hay una cifra garantizada al productor de 48 euros por tonelada de remolacha para las cuotas A+B. Se propone bajar el precio en la UE un 37% y un 43% en el caso de España, lo que supondría dejarlo en 27 euros. Esa cifra se compensaría parcialmente con una ayuda directa desvinculada de la producción de 12 euros por tonelada para lograr un precio de 39 euros, lo que supone una rebaja de casi el 20% sobre el actual. La propuesta contempla eliminar los precios y mecanismos de intervención por precios de referencia y política de almacenamiento privado, como se impuso en el azúcar y que no ha sido eficaz para regular el mercado.
Esta propuesta se pretende aplicar progresivamente en un periodo de tres años. Para España, se trata de un documento inaceptable. Actualmente, la cuota es de un millón de toneladas frente a una demanda de 1,2 millones de toneladas de azúcar. Agricultura mantiene una petición histórica para acercar su cuota al consumo y se rechaza cualquier ajuste que suponga aumentar ese déficit histórico.
En el sector agrario y en la industria preocupa igualmente cualquier rebaja de precios que suponga desincentivar el cultivo. En esa línea, se rechaza la posibilidad de un pago desvinculado que podría suponer unos 800 euros por hectárea, según la superficie con cuota cultivada en los años 2000, 2001 y 2002. El sector teme que eso pudiera significar el abandono de parte del cultivo.
