Muere un chico de 14 años que escalaba por las tuberías del gas

Comenzó siendo una inocente travesura entre dos niños... y terminó en tragedia. Un chaval de 14 años, cuya identidad corresponde a las iniciales S. M., murió ayer, de madrugada, después de caer desde un quinto piso cuando jugaba con un amigo de 11 años a escalar la tubería del gas del inmueble donde vivía el fallecido, en el número 9 de la calle de Garcilaso (distrito de Chamberí).

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada en el patio interior de la vivienda. La víctima y su amigo, un vecino del barrio que se había quedado a dormir en su domicilio, se fueron a dormir poco antes de la medianoche, después de cenar y ver un rato la televisión. Para la noche tenían planeado algo más emocionante.

Cuando todo el mundo dormía en la casa, de madrugada, se levantaron sigilosamente de sus camas y colocaron las almohadas para hacer bulto y simular así que seguían durmiendo. Después, ambos chicos salieron de la habitación hasta el patio interior por la ventana, en un primer piso, según varios familiares del menor fallecido. "Ha sido todo una travesura entre dos críos, un maldito accidente. Los chavales se pusieron a trepar en zig-zag por el patio interior como si fuese un juego: de la tubería del gas a una ventana, de ahí otra vez a la tubería del gas, otro pie en la ventana... Y así a ver quién llegaba antes que el otro hasta arriba del todo", explicó un primo de la víctima, muy afectado por lo ocurrido.

El niño de 14 años avanzaba más deprisa que su amigo y llegó al final de la tubería el primero, en el quinto piso del inmueble. De repente, un vecino del bloque, asustado por el ruido que hacían ambos menores y desvelado por el calor, se asomó por la ventana al patio interior.

"¡Ladrones!"

"El hombre pensó que eran ladrones y entonces empezó a gritar: '¡Voy a llamar a la policía! ¡Ladrones! ¿Quién hay ahí?'. Quizás el chico, al escuchar los gritos del vecino, se asustó, perdió el equilibrio y se cayó al suelo", aventuró un familiar. El menor resbaló y se precipitó al vacío. Las cuerdas de tender la ropa colocadas en alguno de los pisos amortiguaron el golpe, pero el fuerte impacto que recibió hizo que muriera en el acto.

Su amigo, que presenció la caída, se quedó agarrado en el tercer piso y sin poder moverse del susto. Sus gritos alertaron a otros vecinos, que avisaron a la policía. Los agentes del Grupo Especial de Menores (Grume) de la Jefatura Superior de Policía que se trasladaron hasta la finca tuvieron que ayudarle a bajar. "El pobre estaba petrificado por el miedo", contó una vecina. Al lugar se desplazaron también dos unidades del Samur-Protección Civil, según informó un portavoz del servicio Emergencias Madrid. "Las ambulancias despertaron a la madre, que se asomó a la habitación para ver si los niños estaban bien y los confundió con las almohadas que los chavales habían colocado en la cama antes de salir por la ventana", dijo una amiga de la familia. Cuando la madre salió del engaño y se dio cuenta de lo sucedido, sufrió un ataque de nervios.

La víctima estudiaba en el colegio de monjas María Inmaculada de Chamberí, cercano a su domicilio, y tenía un hermano de 15 años.