Los socialistas andaluces quieren refrendar en el partido su jerarquía en las urnas

Nunca han ido tan tranquilos los socialistas andaluces a un congreso federal como el que se celebrará a partir del próximo fin de semana. Conscientes de su poderío orgánico y de su contribución electoral a la victoria del PSOE en las tres últimas citas en las urnas, la federación andaluza está convencida de que ambos datos serán tenidos muy en cuenta por el secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, a la hora de proponer una nueva ejecutiva. Pero también quieren "marcar el rumbo" del debate autonómico y defenderán la reforma del sistema de financiación.

La limpieza del censo de afiliados no ha variado la posición hegemónica del PSOE andaluz en el conjunto federal, aunque ha perdido cinco puntos respecto al anterior cónclave. Casi el 24% de los 976 delegados que asistirán al 36º Congreso Federal pertenece a esta federación, que siempre ha preferido jugar un papel arbitral y de componedor cuando han surgido tensiones, en vez de hacer valer su peso numérico.

Esta posición se debe, en parte, a la personalidad de su secretario general y presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, un dirigente cuya primera lealtad es siempre con la dirección del partido, esté quien esté al frente de ella. A lo largo de estos tres años y 11 meses de liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero en el PSOE, Chaves -que presidió la gestora del 35º congreso y apoyó entonces a José Bono- ha tejido una relación de amistad, confianza y lealtad con el que muy pocos creían que iba a convertir al PSOE en un partido de gobierno. El andaluz ha prestado en este tiempo su apoyo al secretario general y ha cortado cualquier especulación ante las dudas que, en algunos sectores, incluidas agrupaciones andaluzas, levantaba la oposición "tranquila".

No es de extrañar que la primera incógnita que ha despejado Rodríguez Zapatero haya sido la de proponer de nuevo a Manuel Chaves como presidente del partido, iniciativa que cuenta con el respaldo de todos los responsables territoriales. En cuanto al resto de los miembros de la ejecutiva, el PSOE andaluz confía en mantener los cuatro puestos logrados en el anterior congreso -dos secretarías de áreas y dos vocalías-, aunque en esta ocasión el margen de maniobra de Zapatero es infinitamente mayor, tras su inesperado triunfo electoral, y los socialistas andaluces, como siempre, apoyarán la elección de equipos cohesionados y compactos. También como siempre no van a Madrid a crearle problemas al secretario general.

Los ocho secretarios provinciales van a descansar en Chaves la interlocución en el congreso, una cita que se presenta tan tranquila que ni siquiera han celebrado aún una reunión preparatoria para unificar criterios, cuando en otras ocasiones las directrices estaban más o menos claras semanas antes. Los dirigentes provinciales están convocados por el regional el próximo martes, dos días antes del congreso.

"Vamos a apoyar al secretario general y al proyecto de ejecutiva que presente, y estamos convencidos de que va a tener en cuenta nuestro peso", asegura el secretario andaluz de Organización, Luis Pizarro. Este dirigente destaca el "trabajo intenso y leal" de la dirección andaluza con la federal, y se muestra seguro del reconocimiento de la "importante aportación del PSOE andaluz a los resultados electorales" en las generales y autonómicas del 14 de marzo, y en las europeas del 13 de junio, en las que la diferencia de votos con el Partido Popular fue de 19 y 18 puntos.

Estatutos y listas abiertas

A iniciativa de la dirección regional, en los congresos provinciales se han aprobado dos enmiendas al apartado de la España de las autonomía de la ponencia marco con las que quieren "marcar el rumbo" del debate, según Pizarro. Conscientes de que la frontera de esta discusión la marca el documento aprobado en agosto de 2003 en Santillana del Mar, en el que se consensuó un modelo para impulsar el papel de las autonomías en el Estado, los socialistas andaluces quieren dar un paso más y "abordar una reforma del sistema de financiación que pueda sumar el máximo consenso en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que garantice los principios de suficiencia, solidaridad, reequilibrio territorial, y autonomía financiera, incluida la definición de un espacio fiscal propio de las comunidades autónomas".

El PSOE andaluz liga este proceso a las reformas de los Estatutos de Autonomía cuyo resultado debe "garantizar que las diferencias y singularidades no impliquen, en ningún caso, privilegios económicos y sociales". De ahí que los socialistas andaluces quieran llevar el debate de la financiación al CPFF, donde están presentes todas las comunidades del régimen común, y que sea en ese ámbito donde cada comunidad plantee su hecho diferencial. Nada se dice de un modelo de financiación basado en la renta y la población, como están de acuerdo Chaves y Maragall.

También desde Andalucía se apoyará modificar el sistema de elección mediante listas abiertas, cuya aplicación está dejando sin representación a las minorías.