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Mandar sin imponer

El Comité de Basilea fue creado en 1975 por los gobernadores de los bancos centrales de los países que entonces integraban el grupo fundacional (Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Países Bajos, Suiza, Reino Unido, Suecia, Canadá, Estados Unidos y Japón). Más adelante, fueron invitados a participar los bancos centrales de Luxemburgo y España (el Banco de España se incorporó como miembro de pleno derecho a partir de febrero de 2001).

En sus reuniones regulares, que se celebran cuatro veces al año, participan también los supervisores bancarios nacionales de aquellos países en los que esta función no recae en el banco central respectivo. Desde mayo de 2003, el presidente del comité es Jaime Caruana, gobernador del Banco de España, quien sustituyó en el cargo a William McDonough, presidente hasta entonces de la Reserva Federal (banco central) de Nueva York. El objetivo básico del comité es conseguir una adecuada práctica supervisora en cada uno de los países que forman parte del mismo, en particular, respecto a las entidades financieras activas internacionalmente, y extender esas prácticas supervisoras al resto del sistema financiero mundial, según explican desde el Banco de España.

El comité no dispone de una autoridad formal, ya que sus conclusiones no tienen carácter legalmente vinculante. Sin embargo, sus directrices generales y recomendaciones son recogidas en la práctica a escala nacional por las respectivas autoridades supervisoras, lo que hace posible la aplicación de normas comunes sin necesidad de recurrir a una armonización legal detallada.

Los trabajos del comité van acompañados de un proceso de diálogo con el sector financiero, cuyos representantes tienen ocasión de hacer comentarios a cada uno de los documentos consultivos publicados por el comité.

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