El candidato con mayor grado de consenso
El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, presidente actual de la UE, anunció ayer que, con toda probabilidad, convocará el martes en Bruselas a los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión para designar al próximo presidente de la Comisión Europea en sustitución del italiano Romano Prodi. De tal anuncio, que hasta ahora era sólo una hipótesis expresada como tal por el Gobierno irlandés, se deduce que Ahern tiene bastante claro que hay un candidato que cuenta con un elevado grado de consenso, según señalaron ayer fuentes diplomáticas en Bruselas.
La condición de tener ese consenso previo era la que había señalado Ahern para citar ese día a los líderes europeos en la capital comunitaria. Altos funcionarios señalaron anoche en Bruselas que, de los múltiples candidatos citados hasta ahora (más de una decena), sólo tres no habían recibido hasta ayer el veto de ningún país. Se trata del primer ministro de Portugal, el conservador José Manuel Durão Barroso; el jefe del Gobierno de Luxemburgo, Jean Claude Junker, y el alto representante a la política exterior de la UE, el español Javier Solana. Solana ya cuenta con el beneplácito de todos los líderes para que continúe en el cargo, con vistas a convertirse en el futuro ministro europeo de Exteriores. Junker ha reiterado una y otra vez que quiere seguir como primer ministro luxemburgués. Y es, por tanto, Durão Barroso, quien, desde la mañana de ayer "ganaba más y más fuerza", coincidían en señalar las fuentes consultadas, "porque nadie había expresado su intención de vetarle".
En la pasada cumbre europea del 17 y 18 en Bruselas, los líderes de la unión no fueron capaces de pactar un nombre. En los primeros compases, el liberal belga Guy Verhofstadt fue descartado por el veto de Londres y, a su vez, el británico Chris Patten tiró la toalla por el veto de Francia y Alemania.
Por primera vez en la historia de la UE el candidato puede ser designado por mayoría cualificada y no por unanimidad. El proyecto constitucional aprobado en esa cumbre señala, por otra parte, que la desingnación debe hacerse teniendo en cuenta los resultados de las elecciones europeas. Por eso el Partido Popular Europeo, el partido que obtuvo más escaños en los comicios de hace dos semanas, ha exigido que sea un dirigente de esa formación, como es el caso de Durão, el designado. En contra de Barroso, cuya candidatura para presidir la Comisión la lanzó él mismo en la cumbre con escaso éxito inicial, contó el hecho de que el primer ministro portugués figuró como anfitrión en la foto de las Azores con los tres líderes que apoyaron la guerra de Irak (George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar). Además levantó suspicacias un posible exceso de peso de la Península Ibérica debido a la coincidencia en altos puestos institucionales en la Unión Europea de Solana y Durão Barroso.
Anoche, las fuentes consultadas en Bruselas coincidían en señalar que "el viento sopla a favor de Barroso", pero ninguna de ellas quiso ir más lejos. La persona designada por los líderes será sometida el 22 de julio al voto del parlamento europeo.
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