Investigadores españoles relacionan la aceleración del ritmo cardíaco tras la ingesta de alcohol con la personalidad adictiva
Investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón y de la Universidad McGill de Montreal han hallado una relación entre la aceleración del ritmo cardíaco que experimentan algunas personas tras la ingesta de cierta cantidad de alcohol con el riesgo de desarrollo de una personalidad sensible a la recompensa y, por tanto, a las adicciones.
El estudio, que se publicó en marzo de este año en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research, concluye que las personas que experimentan un incremento de la frecuencia cardiaca tras beber alcohol son casi dos veces más propensas a desarrollar una personalidad sensible a la recompensa, lo que se relaciona con una mayor predisposición a cualquier tipo de adicción, según César Ávila, del Departamento de Psicología Básica de la Universidad Jaume I y uno de los autores del estudio.
"Otros análisis han confirmado la relación inversa. Por cada aumento de un punto en la sensibilidad a la recompensa, se observa un 21,2 % de incremento en la probabilidad de sufrir una aceleración de la frecuencia cardiaca tras beber alcohol", explica Caroline Brunelle, del Departamento de Psicología de la Universidad McGill de Montreal.
El estudio se ha realizado de manera longitudinal con 66 individuos sin experiencia anterior con el alcohol a los que a edades comprendidas entre los 16 y los 18 años se les administró una pequeña cantidad de etanol para comprobar cómo reaccionaba su corazón. A los 21 se les pasó un cuestionario elaborado por investigadores del Departamento de Psicología de la Universidad Jaume I para medir el grado de sensibilidad a la recompensa y al castigo.
"La idea es que cuando se tiene una primera experiencia con un estímulo reforzante como es el alcohol, el organismo reacciona de forma diferente en unas personas y en otras, y que aquellos que tienen una mayor predisposición a las adicciones son aquellos cuyo organismo reacciona de manera más alegre a través del aumento de la frecuencia cardiaca", explica Ávila.
A partir de los resultados obtenidos, los autores creen que la alteración en el ritmo del corazón podría funcionar como una herramienta para la detección precoz de personas con riesgo de desarrollar algún tipo de adicción en el futuro.
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