"Mi novela propone que hay que ver a través de los ojos del otro"
Nerea Riesco (Sevilla, 1974) acaba de ganar el IX Premio Ateneo Joven de Sevilla por su novela El país de las mariposas. Riesco es l
icenciada en Periodismo por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Sevilla. Ha trabajado en diferentes medios de comunicación (Radio Guadalquivir, Giralda Televisión, Amanecer Radio, Canal Sevilla Radio...). Ahora participa en el proyecto de creación de un conjunto de programas de radio árabes-españoles en la Facultad de Comunicación con la colaboración del Grupo de Investigación de Comunicación y Cultura. En 2002 publicó el libro de relatos Ladrona de almas.
El país de las mariposas es una novela histórica. La narración se inicia con el descubrimiento realizado por un soldado ruso de unos manuscritos mayas entre los restos de la biblioteca de Berlín, al final de la II Guerra Mundial. La protagonista de la novela, Mariana, es hija de un almirante de Castilla. Su llegada a la América que colonizan los españoles cambiará su visión del mundo. Mariana se enamora de un amerindio y conoce la riqueza cultural del Nuevo Mundo. La novela saldrá a la calle en octubre publicada por Algaida.
Pregunta. ¿Qué le ha supuesto ganar el Premio Ateneo Joven?
Respuesta. El hecho de ganar un premio como éste te da una gran promoción y, además, supone una inyección de moral para cualquier escritor.
P. Había publicado ya un libro de relatos.
R. Tengo cientos de relatos escritos. Publicar ese libro dio origen a un momento especial. Cuando ves tu producto, tu hijo, en la calle, te sientes feliz. Escribir es algo que uno hace porque quiere. Y uno no está absolutamente seguro de su valor hasta que alguien le propone sacar el libro al mercado. Cuando el libro está en la calle, se siente un gran placer.
P. ¿Cómo se le ocurrió escribir esta novela?
R. Estuve cinco o seis años documentándome. Leí muchos libros de Historia, muchas crónicas de Indias, libros sobre la conquista de América... Hace cinco años leí la vida de Fray Diego de Landa. Se trata de un fraile franciscano español que fue a Yucatán y se quedó maravillado con la cultura maya. Fray Diego de Landa se propuso la tarea de redactar un diccionario maya-castellano. Este trabajo lo concluyó otra persona. Decidí que tenía que escribir una novela relacionada con todo esto. Al final, Fray Diego se ha quedado convertido en la novela en un personaje secundario, pero fue el personaje que marcó el punto de inicio del libro.
P. Ha escrito una novela histórica en un momento en que este género atraviesa un periodo de auge.
R. Escribo por puro placer. Escribo lo que me gusta leer, y quizás me gusta leer lo que lee la mayoría de la gente en España. Al escribir una novela me gusta mucho documentarme, meterme en esa época, estudiar las mentalidades...
P. La suya es una novela que se podría relacionar con el género de aventuras porque lo cierto es que ocurren muchas cosas.
R. Sí, ocurren muchas cosas. Creo que el lenguaje empleado es muy fresco. Al principio de cada capítulo figura un fragmento de carta en el que la protagonista le narra al rey Felipe II lo que ella ve. Es la historia de lo que ella va descubriendo. La novela empieza en Castilla, en Medina de Rioseco, que es un pueblo que todavía hoy conserva su encanto medieval.
P. Los mayas, a diferencia de los aztecas y los incas, son grandes desconocidos en la Historia de España.
R. Cuando los españoles llegaron a América, el pueblo maya ya no existía como tal. Quedaban reminiscencias de ese pueblo, que había desaparecido. Los españoles encontraron la estela que dejaron los mayas. Fray Diego de Landa se dedicó a estudiar su cultura.
P. Mariana conoce un tiempo de cambios traídos por la colonización española.
R. El tema de la novela es la tolerancia. Mi novela habla de que no hay que entrar en un sitio como un elefante en una cacharrería, que destroza todo lo que tiene delante. Mi novela propone que hay que ver a través de los ojos del otro. Cuando Mariana llega a América, su visión del mundo está determinada por un tamiz castellano. Cuando en algunas partes de Europa la Inquisición quemaba a la gente en las plazas públicas, a muchos españoles les parecía terrible que los aztecas hicieran sacrificios humanos. Quería que se viera esa contradicción.
P. En la novela hay una historia de amor.
R. Mariana se enamora de Miguel, un nieto ficticio de Cuauhtémoc [último emperador azteca]. Miguel es médico. Es una persona muy tranquila, sosegada y tolerante. Se convierten en una pareja maravillosa y les pasan muchas cosas.
P. ¿Qué le ha aportado el periodismo a la hora de escribir la novela?
R. El periodismo trabaja con el lenguaje. Creo que soy una comunicadora. Me gusta transmitir lo que pienso y lo que siento a través de metáforas. ¿Y qué mejor metáfora que una novela? El periodismo es un arma con la que aprender a manejar el lenguaje y a comunicar.
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