Un valiente filme sobre el maltrato entra en competición

Llegó al festival con la fama de ser una especie de Te doy mis ojos a la austriaca. Pero Auswege, el debut en la dirección de Nina Kusturica, no es sólo una reflexión sobre el maltrato a la mujer dentro del hogar, sino un retrato valiente y, en ocasiones, estremecedor de la sociedad austriaca. Kusturica (nada que ver con el realizador bosnio con el que comparte apellido) desmenuza tres parejas de diferente procedencia social unidas sólo por la violencia de género, para trazar un relato que huye de los maniqueísmos y del que pocos personajes salen bien parados, ni los maltratadores, ni los servicios sociales, ni las leyes que perpetúan el problema. Y todo ello, como afirmó la joven realizadora durante la presentación del filme, "puede suceder en cualquier contexto porque todo el mundo es capaz de cometer actos atroces".

Tampoco cae en el moralismo gratuito la otra película que entró ayer en competición. La macedonia Kako ubiv svetec, de Teona Strugar Mitevska, es una personal visión de los días previos a la guerra de los Balcanes a través de la historia de dos hermanos separados por el compromiso político y unidos por el destino, en una suerte de road movie que propone más que cuenta, pero que, al adentrarse en temas tan espinosos como el terrorismo o la violencia étnica, adquiere mucha más fuerza que cuando aborda las relaciones personales.