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Reportaje:

Cocineros con chupete

Los alumnos de un colegio de San Fernando de Henares elaboran un libro de recetas de cocina

El mejor postre se elabora con pan de molde, nocilla, mermelada de fresa, leche condensada, regaliz y galletas. Con todos estos ingredientes, un grupo de alumnos de cinco años del colegio El Olivar de la localidad de San Fernando de Henares han elaborado una singular receta en forma de casa hecha de golosinas que sería la envidia de Hansel y Gretel.

La receta está incluida en el libro ¿Comemos juntos?, un proyecto ideado por la asociación de padres del centro educativo y que ha contado con el apoyo económico del Ayuntamiento de San Fernando de Henares.

El libro recoge una veintena de recetas elegidas de todas las que presentaron los casi 600 alumnos del centro. "Hemos elegido una receta por curso. También hemos incluido recetas de distintas nacionalidades", explica Luis Magro, miembro de la asociación de padres del colegio.

Juan Manuel, de 10 años, es argentino y ha ofrecido una receta de su tierra que se llama locro santiagueño y que se hace con maíz, manteca, chorizo, carne, cebolla y pimentón, entre otros ingredientes. "Mi madre me ayudó a preparar la receta y ella también fue la que eligió el plato", explica. Michelle, una niña ecuatoriana de nueve años, también ha apostado por un plato tradicional de su país: seco de chivo. Su madre también le ha echado una mano. "Es un plato que comemos casi a diario", asegura la pequeña.

Alba, de 12 años, dice que su plato preferido es la sopa de bacalao. "He escogido esta receta porque me gusta mucho, en casa la comemos todos los sábados", afirma. "Mi madre me explicó la receta, pero yo la redacté", aclara. A otros niños, en cambio, les dio por la nostalgia.

Paula, de primer curso, ha hecho una receta de galletas de queso, que se elaboran con queso, harina, mantequilla, queso rallado y pimentón. "Es que mi madre ya no me las hace", cuenta, desconsolada. Emilio, de 12 años, enseña en el libro a hacer pellas, una especie de torrijas. "Es un plato de Castilla-La Mancha... o de por ahí", afirma, con dudas.

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En el libro de recetas también hay hueco para un pastel salado de jamón, para un bocadillo con forma de cocodrilo, para una crema de zumo de frutas o una mousse de fresa. Los alumnos más pequeños, los de cuatro años, sólo tuvieron que hacer un dibujo de un plato: uno dibujó queso relleno de calamares; otro, un plato de espaguetis, y un tercero, una pizza.

La asociación de padres repartió 700 ejemplares del libro entre los padres y diversas asociaciones y entidades del municipio. El siguiente reto será convertir todas esas recetas en una degustación gastronómica. Quizás el año que viene.

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