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Puig plantea refundar Convergència para potenciar su línea soberanista

Llama a "rehacer" el espacio nacionalista y a tender puentes a ERC

Convergència Democràtica (CDC) volverá a ser la primera fuerza política catalana si acomete un periodo de reflexión que conduzca a medio plazo a una refundación que acentúe su línea soberanista. Así lo defendió ayer el secretario de organización de CDC, Felip Puig, durante un congreso de militantes de las comarcas de Tarragona y del Ebro en El Perelló (Baix Ebre), previo al congreso nacional que el partido celebrará este verano.

Puig se justificó: "Es lógico que en los primeros meses, después de un liderazgo como el de Pujol, nos cueste asumir la nueva situación". El político convergente llamó a los militantes de su partido a "repensar" el nacionalismo para adaptarlo a una sociedad que Convergència i Unió (CiU) ha transformado sin conseguir, por su parte, adaptarse a la nueva sociedad. Así, el objetivo de CDC tiene que ser, a juicio de Puig, "convertir Cataluña en un país normal en el mundo" y acercarse a Esquerra Republicana (ERC) porque, precisó: "No puede ser que los nacionalistas estemos enfadados".

El futuro de CDC, primero, y de CiU, después, está en el centro-izquierda del mapa político y pasa por reforzar la vertiente nacionalista hasta "la plenitud nacional", señaló ayer Felip Puig.

En pleno proceso de redefinición de su espacio político tras un periodo electoral que les ha ido minando y en el que, convocatoria tras convocatoria, la federación de CiU se ha dejado abundantes votos en el camino, el dirigente asumió que, desde la oposición, es el momento de hacer "autocrítica" y se mostró convencido de que este trabajo les irá "bien".

En su discurso, Puig defendió la vigencia de los nacionalismos -"nadie habla ya de socialismo o marxismo, y sí de nacionalismo", matizó- y la necesidad de adaptar el proyecto político de su formación para ir más allá de renovar "el pacto con España" para "buscar el encaje de Cataluña en Europa, no en España".

Este cambio de ideario lo debe acometer CDC "a medio plazo", en un periodo que Puig calculó en dos años, para afrontar así las próximas elecciones, que serán las municipales del año 2007, habiendo reformado a fondo el edificio convergente. "No se trata de una rehabilitación de fachada o de mejorar el baño, sino de un cambio profundo", advirtió Puig utilizando una metáfora clarificadora. Detalló que este cambio pasa por las personas, pero también por las estrategias. Así, "manteniendo los fundamentos", la Convergència que propugna Felip Puig tiene que reforzar su progresismo y su reformismo. "No somos ni socialistas ni conservadores, estamos aquí en medio, donde cabe mucha gente", dijo.

En este nuevo ideario, añadió Puig, Unió Democràtica y Convergència deberían fusionarse en una formación y, si no se puede, federarse, pero dejando las anteriores tendencias en "hibernación".Justo ahora que en el entorno de CiU se ha abierto una línea crítica con la imagen demasiado nacionalista de los últimos años, suscrita por el propio Jordi Pujol, Puig aseguró ayer: "También me hubiera gustado escuchar que, estos que dicen que nos tenemos que parecer a Esquerra Republicana, hubieran dicho hace unos años que tampoco nos teníamos que parecer al PP, y no lo oí".

Puig, muy aplaudido por la militancia de las comarcas de Tarragona, señaló que una de las principales razones del descalabro de CiU es que no fueron "en ocasiones suficientemente atrevidos".

En sus palabras, el líder convergente no olvidó las críticas al tripartito, del que dijo que está empequeñeciendo el país y lo acusó de buscar "una Cataluña en miniatura" y de estar actuando con "frivolidad política" y "sin rumbo". Al PSC lo acusó de "sectarismo y de gobernar con una baja calidad democrática", en referencia a los nuevos métodos de participación ciudadana que CDC dijo que aplicará. Además, añadió, los socialistas actúan políticamente bajo las órdenes de "un sutil proyecto de españolización de Cataluña".

De ERC, socio de gobierno del PSC, Puig señaló que "son como nuestros hermanos pequeños que aún no son conscientes de la situación difícil en la que dejarán nuestro proyecto nacional" y los acusó de "cierto nivel de ingenuidad". Pese a esto, Puig abogó por tender "nuevos puentes" hacia ERC para que el nacionalismo recupere "una unidad de acción política". En su opinión, el espacio parlamentario que conseguirían ambas formaciones enfrentadas sería menor.

Puig alertó de la necesidad imperiosa que tiene CDC de superar la etapa de Jordi Pujol, en un proceso "largo" y de "trabajo muy intenso". Citando al poeta Salvador Espriu, señaló que "quien pierde sus orígenes, pierde su identidad".

Exigencia de las juventudes

Por su parte, la Joventut Nacionalista de Catalunya (JNC), organización juvenil de Convergència, propondrá en el próximo congreso del partido, en el mes de julio, que CDC y Unió se fusionen o rompan definitivamente. Los jóvenes nacionalistas, reunidos ayer en Vic (Osona), creen "necesaria una redefinición de las relaciones de CDC y UDC en el marco de la federación de CiU".

La JNC reclamará "ir más allá de esta fórmula y apostar por una fusión definitiva de los dos partidos, sin descartar que se avance hacia una nueva marca, un nuevo partido, dejando de lado las cuotas y equilibrios de poder que tanto afectan el buen funcionamiento electoral de CiU". En el caso de que esta fusión no fuese posible, la JNC apuesta directamente por "la ruptura definitiva con UDC".

En su primera conferencia nacional, con la participación de unos 600 militantes, se debatieron las aportaciones de la JNC al congreso de CDC. Los jóvenes nacionalistas propondrán también insistir claramente "en el discurso nacionalista desacomplejado dentro de CDC" y que el partido "mantenga una actitud firme" ante la negociación del nuevo Estatut, que tiene que ser "fuerte y ambicioso", señalan. "La capacidad de bloqueo e impulso de CiU es básica para no frustrar las expectativas de los jóvenes de Cataluña", añadieron.

Los jóvenes convergentes también abogan por "continuar encabezando políticas de progreso que hagan de Cataluña un referente a escala mundial en bienestar y justicia social y la conviertan en un modelo de sociedad de la inclusión". Así, la JNC recuerda a Convergència que tiene que hacer un "esfuerzo importante" para "romper las falsas etiquetas que la sitúan en el centro derecha del eje social". "CiU ha hecho políticas de progreso, pero no se ha rebelado contra los que interesadamente la han querido presentar como una fuerza conservadora", añade el documento aprobado ayer.

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