El regreso de los Austria

Como hiciera el 17 de diciembre de 1526, el emperador Carlos I de España y V de Alemania visitó este fin de semana Úbeda para jurar los fueros y privilegios que ya concedieron a la ciudad sus abuelos, los Reyes Católicos. Cinco siglos más tarde, cuando se celebra un año de la declaración de Úbeda y Baeza como Patrimonio de la Humanidad, ubetenses y turistas se han convertido durante toda la semana en damas y caballeros de la corte de los Austria, vistiendo trajes de la época para celebrar la primera fiesta del Renacimiento.

Organizadas por el Ayuntamiento de Úbeda, hoy tocan a su fin después de haber transformado el centro histórico en un parque temático ornamentado con guirnaldas, pendones, antorchas, toldos y banderolas con el escudo de los Austria que, al mismo tiempo, han servido para camuflar cabinas de teléfono, señales de tráfico o cableado eléctrico.

¿Pero por qué Úbeda se convirtió durante el siglo XVI en uno de los centros culturales y políticos más importantes de Europa? Francisco de los Cobos, secretario y anfitrión del emperador a quien ha dado vida durante las fiestas el concejal de Turismo, Manuel Martos, contó a un grupo de turistas cómo su personaje, natural de Úbeda, logró introducirse en la corte al casarse con una noble, María de Molina. "Él supo jugar sus bazas y llegó a convertirse en el hombre de confianza del Emperador, hasta el punto de ser el administrador de todas las riquezas que desde América se traían hasta Europa. A cambio, a él le correspondía el 1% que le sirvió para construir las iglesias y palacios de la ciudad", relató Martos, quien destacó que mientras Madrid no llegaba a los 10.000 habitantes, Úbeda superaba por entonces los 20.000.

Francisco Madrid lleva 65 años paseándose por la plaza Vázquez de Molina que acoge el conjunto monumental del palacio de Las Cadenas, la Sacra Capilla de El Salvador (donde está enterrado Francisco de los Cobos), el palacio del Deán Ortega y la iglesia de Santa María de Los Reales Alcázares. "Los monumentos siempre han estado aquí, pero nunca se había visto la plaza tan caracterizada y con tanta animación", comentó Francisco a la llegada de Carlos V y su esposa, que inauguraron el pasado viernes, el mercado medieval con un baile y un concierto del grupo Syntagma Musicum. "El escenario natural de los monumentos impresiona por sí solo, pero con la música, los actores, el mercado y las tabernas de la época... me quedo sin palabras", señaló Ana, una catalana que visitaba por primera vez la ciudad ubetense.

Entre los numerosos escenarios recreados, los niños esperaban su turno entre balas de paja para pasear montados sobre burros, y otro grupo de curiosos atendían a los cuentos y canciones de los cómicos de la legua que llegaron con su carro y su picaresca. Durante todo el fin de semana, una veintena de artesanos procedentes de todos los rincones de España han mostrado sus productos elaborados de forma tradicional. También han enseñado cómo trabajan las materias primas y sobre sus bancales se podían ver alfombras de esparto, cuencos de madera, piezas de orfebrería y cerámica, juguetes como la carraca o la peonza, todo tipo de objetos de cuero y lana, plantas medicinales o repostería y caramelos artesanos elaborados con pulpa de frutas.