La empleada herida en la explosión de Guadix permanece en estado crítico

La explosión registrada el jueves en la pirotecnia María Angustias Pérez de Guadix (Granada), en la que murió uno de sus empleados y otra resultó herida de gravedad, pudo deberse a una "negligencia en la manipulación del material", según el alcalde, Antonio Avilés. La mujer permanece en la UCI del hospital de Traumatología de Granada con quemaduras de segundo y tercer grado en todo el cuerpo.

Agentes de la Guardia Civil excavaron durante todo el día de ayer en los restos de la cueva donde se produjo el estallido para buscar pistas sobre las causas del siniestro. La empresa utilizaba esos lugares para resguardar del calor los petardos y cohetes que fabrica y evitar así posibles accidentes.

Según Avilés, "el reflejo del sol en un cristal que pudiera haber calentado el material, un golpe del mismo durante la manipulación o incluso que algún trabajador fumase" son algunas de las hipótesis que barajan los investigadores.

El alcalde certificó que la pirotecnia, fundada en 1889, galardonada con numerosos premios y con experiencia en importantes eventos festivos del país, "cumplía con toda la normativa de seguridad" y en el momento del suceso trabajan en los talleres de la empresa "entre 10 y 12 personas" a las que la explosión no afectó.

El estallido alcanzó de lleno a J.M.F.S., de 50 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado entre los escombros de la cueva hora y media después del accidente. Su compañera de trabajo y pareja de hecho E.P.A., de 31 años, permanece ingresada en la UVI del Hospital de Traumatología de Granada en estado crítico, con inestabilidad hemodinámica, intubada y sedada. Fuentes del Servicio Andaluz de Salud aseguraron ayer que la mujer ingresó con quemaduras de segundo y tercer grado en todo el cuerpo además de politraumatismo, lo que indica que salió despedida debido a la deflagración.

Gran conmoción

E.P.A. es madre de dos hijas de 5 y 10 años de un anterior matrimonio, que han quedado bajo la custodia de la dirección del colegio donde estudiaban, el Padre Poveda de Guadix, a la espera de que algún familiar pueda hacerse cargo de ellas. Responsables del centro apuntaron que las pequeñas están "muy afectadas" y que el colegio ha decidido suspender la fiesta de fin de curso que preparaban desde hace unos días.

El suceso ha causado una gran conmoción en la localidad, ya que aunque la pareja era natural de la provincia de Sevilla y llevaba sólo unos meses viviendo en Guadix "eran conocidos por todos", dijo el alcalde.

La explosión se escuchó en todo el pueblo, según los vecinos, aunque las instalaciones de la pirotécnica se encuentran a las afueras de Guadix, en el camino de Lugros. Este es el segundo accidente que se produce en la empresa. En 2000 un castillo de fuegos artificiales estalló de forma descontrolada.