Cerco a los jóvenes

Nos tocó, y tanto que nos tocó, ya están aquí, los podemos sentir en cada paso que dan, por muy sigilosos que quieran que sean sus pasos los oímos. Los oímos en su aprecio por la "seguridad", una seguridad que implantan mediante vallas, vallas a la libertad, a una diversión más sana, o menos sana, pero que es nuestra. Es nuestra forma de pasar el tiempo con los amigos, de charlar y relacionarnos. Vallas que previenen de inseguridades, inseguridades que hemos creado en el Terrón, inseguridades que se combaten mediante la represión. Señor alcalde, una pregunta: ¿reprimir, censurar y clausurar son las únicas medidas que conoce para dotar de seguridad una zona? ¿Quién se las enseñó? ¿F.F. o P.R.?

Antes la inseguridad era: coger el coche, las curvas de la carretera del Terrón, las caminatas hasta La Antilla o Lepe a oscuras... eso era la inseguridad. Hubiera sido más fácil, y más barato, el clausurar esa zona, pero era una zona donde las molestias a los vecinos eran las mínimas y además, cosa rara, aceptada por nosotros.

Pero les llegó la hora a los criminales, con crímenes como el de ensuciar, es verdad, pero ensuciaremos en todo lugar siempre que no se nos eduque en el civismo, siempre que no tengamos los aseos necesarios para esa concentración. Hay mil ideas pero siempre triunfa la cacicada, ¿por qué?

Desde aquí todo nuestro respeto a los marineros, a los propietarios y los usuarios del puerto con fines distintos a los de la movida, pero pensamos que la forma de actuar, para variar, es la equivocada. ¿Dónde están las alternativas?

No podemos creer que un partido que cree estar rodeado de jóvenes tome este tipo de iniciativas sin presentar una alternativa por delante, primero el parche... ¿No serán que sólo están acompañados en sus mítines?

Me gustaría que esos jóvenes educaran también a sus mayores, les enseñaran que no somos criminales, que como para todo, con medios, las molestias serían menos.