_
_
_
_
Reportaje:Eurocopa 2004 | El defensor del título, entre bastidores

Dos goles que dan para un libro

Thuram, que ha marcado dos tantos en 100 encuentros, ambos a Croacia, titula su autobiografía con la fecha del evento

Cada jugador tiene un rival fetiche, ése contra el que no se sabe por qué, roza la gloria. El de Thuram es Croacia. El 8 de julio de 1998, en una de las semifinales de la Copa del Mundo de Francia, marcó su carrera. Perdían los anfitriones ante Suker, Boban y compañía. Hasta que apareció Thuram, combinación perfecta de poderío físico y dureza mental. El defensa marcó dos goles, los únicos de su carrera con les bleus. Francia llegó a la final y la ganó (3-0) ante Brasil en el día más importante de su historia futbolística. Era el 13 de julio.

"Fue un milagro que marcara dos goles", recuerda Thuram, de 32 años, que acaba de sacar un libro autobiográfico cuyo título rinde homenaje a esa fecha: 8 de julio de 1998. "Aunque fuera delantero, aquello no volvería a pasar", bromea tras haber cumplido su partido internacional número 100, el domingo, frente a Inglaterra. Ha entrado así en el privilegiado club de Desailly y Deschamps, los únicos franceses que le superan. "Les miro a ellos o a Maldini y pienso que esto significa estar al más alto nivel durante mucho tiempo. Supieron salir adelante en los momentos clave. Mi carrera no ha terminado, pero quizá sí la internacional. Ésta será seguramente mi última gran competición. Lo que quiero es retirarme estando todavía arriba", explica.

Más información
¿Celos inconscientes?

Nacido en la isla antillana de Guadalupe, Thuram ha pasado por el Mónaco, siete cursos; el Parma, cinco, y la Juventus, tres. En un reportaje en France Football, repasa los personajes fundamentales de su trayectoria. Empieza por Angloma, el lateral derecho titular cuando él llegó. Fue un anfitrión perfecto. Se introdujo poco a poco en la selección gracias a la generosidad del ex valencianista. "Aunque el fútbol es un juego colectivo, siempre hay un impulso individualista, pero Angloma se comportó muy bien conmigo. Fue el primero en aconsejarme", cuenta el lateral, que debutó el 17 de agosto de 1994, justo el día en que se estrenó también un tal Zidane. "Me di cuenta de lo que iba a ser capaz de hacer Zizou. Por eso no me extrañó que triunfara en el calcio. Tiene un talento acompañado de un toque gentil, conciliador, que no es fácil encontrar. Es humilde a pesar de ser emblemático. Al firmar por la Juve, pude habérmelo reencontrado, pero se fue al Madrid", explica Thuram, muy agradecido a Aimé Jacquet, ex seleccionador francés: "Es quien me dio confianza en la Eurocopa de 1996. Y el que me puso a la derecha, donde no jugaba en el Mónaco. Tuvo una confianza enorme en mí. Es lo más importante. Me hizo avanzar mucho. Lo mismo que Arsène Wenger en el Mónaco. El Mundial fue la culminación de su obra. Entendió que ciertos jugadores no podían actuar con otros. Encontró el equilibrio".

Su gran amigo de los últimos tiempos es el italiano Cannavaro: "Es con quien mejor me he entendido. En el Parma, Carlo Ancelotti me pidió que jugara de lateral derecho. Y a Cannavaro lo hizo jugar de izquierdo. Hay una gran complicidad entre nosotros. Pero hay una cosa de los futbolistas azzurri que me fastidia: no respetan a quien no haya jugado en Italia. A mí me respetan por eso. Por eso no olvidaré jamás la final de la Eurocopa de 2000. Ellos comenzaron muy bien, pero les ganamos.

Thuram.
Thuram.EFE

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_