EU y el Bloc abordarán con sus bases cómo hacer frente al bipartidismo
Esquerra Unida y el Bloc Nacionalista Valencià iniciaron ayer el análisis de los resultados electorales al Parlamento Europeo obtenidos en el País Valenciano. Las dos formaciones políticas, que en los próximos días convocarán a sus órganos de gobierno, coinciden en que la tendencia al bipartidismo, monopolizada por populares y socialistas, amenaza su viabilidad como proyectos políticos.
La decisión del coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, de convocar una asamblea extraordinaria para analizar la situación creada y las razones de la pérdida de voto amenaza con reabrir las tensiones en el seno de Esquerra Unida. Esta formación valenciana tendrá, una vez sea convocada formalmente la asamblea federal, que convocar su propio cónclave para designar compromisarios. Esta reunión podría aprovecharse también para abordar el futuro de EU en el País Valenciano que, de mantenerse la tendencia registrada en los últimos comicios, corre el riesgo de convertirse en un partido extraparlamentario en 2007.
La situación de la coordinadora general de EU, Glòria Marcos, que contó con el apoyo de buena parte de las bases del PCPV para imponerse a la mayoría minoritaria del sector nacionalista de Esquerra i País, también podría ser cuestionada en esa asamblea tal y como parece que sucederá en el cónclave de IU, donde se han alzado voces contra la gestión de Gaspar Llamazares.
En este contexto, fuentes de Esquerra Unida indicaron que es necesario tomar nota de lo sucedido y de cómo se debe intentar revitalizar el proyecto. Un proyecto que se intentó ampliar por la vía de construir una amplia Entesa progresista y que se vio frustrado en vísperas de las pasadas elecciones generales coincidiendo con el relevo de Joan Ribó por Glòria Marcos al frente de EU.
Los nacionalistas del Bloc también iniciaron ayer su reflexión sobre unos resultados que, tras el fracaso del proyecto de Entesa en el que también participaron, les obliga a reflexionar sobre su decisión de incorporar a un sector escindido de Unión Valenciana y la viabilidad del proyecto de construir un tercer espacio político al margen de populares y socialistas. Fuentes nacionalistas advirtieron que, pese a la tendencia al bipartidismo, el hecho de que el Bloc sólo haya obtenido algo más de 3.000 votos que Esquerra Republicana del País Valencià supone una advertencia a la dirección del partido por parte de las bases. Unas bases que se muestran insatisfechas y que habrían aprovechado estos comicios para expresar su descontento.
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