Izquierda Unida pierde la mitad de los votos, incluso en las plazas "fuertes" de Córdoba, Sevilla y Málaga

Tras el respiro de las autonómicas, en las que, con unas décimas menos, consiguió frenar la caída y mantener sus seis escaños, Izquierda Unida vuelve a darse un batacazo. En relación con las pasadas elecciones europeas, ha perdido porcentualmente la mitad de los votos, al pasar de un respaldo del 10,7% (397.991 votos) al 5,06% (124.397). En términos absolutos, más de 273.600 votos menos.

La sangría ha sido igual para todas las provincias, si bien llama la atención el retroceso de las consideradas plazas "fuertes" de la federación, como Córdoba, Sevilla y Málaga. En la primera, donde en 1999 consiguió el 16,97%, ha descendido hasta el 7,06%, lo que en número de votos supone pasar de 73.000 a poco más de 20.000. En Málaga, IU ha quedado también reducida a la mitad en porcentaje, del 10,35% al 5,17%, y más de 40.000 votos menos. En el caso de Sevilla, se ha pasado del 11,35% al 5,63%, pero en votos se lleva la palma: 65.000 sufragios menos, si bien es la que más conserva (32.498).

IU de Andalucía ya cosechó en las elecciones generales del 14 de marzo un severo revés, al perder los tres diputados que tenía en el Congreso, catástrofe que no se había contemplado ni en las quinielas más pesimistas: Felipe Alcaraz, José Luis Centella y Luis Carlos Rejón se quedaron fuera. El último, que fue coordinador de Andalucía y candidato en dos ocasiones, coronó el fracaso abandonando la coalición y aliándose precisamente para estos comicios con Pedro Pacheco y ERC en Europa de los Pueblos.

Con estos resultados, la organización andaluza está pendiente de la asamblea extraordinaria que el coordinador federal, Gaspar Llamazares, ha anunciado para finales de este año o principios del próximo. Hasta el momento, ni la dirección andaluza, que encabeza Diego Valderas, ni el sector crítico de esta coalición han dicho nada sobre la convocatoria de una asamblea andaluza, aunque es un requisito indispensable, según los estatutos, reunir al órgano soberano para elegir a los delegados que acudirán al cónclave federal.

Diego Valderas calificó ayer de "correcta y valiente" la iniciativa de Llamazares, pero añadió que la asamblea debe celebrarse con la "idea de construir", consciente de la crisis que arrastra la organización federal desde las pasadas elecciones generales.

En Andalucía, la situación interna también es precaria. Los críticos ni siquiera se han incorporado a la ejecutiva de Valderas, en señal de protesta por lo que creen "falta de integración", pese a que hace escasos meses se celebró la asamblea andaluza (diciembre de 2003), en la que Valderas consiguió ganar cinco puntos (59%), frente al 41% que lograron los críticos.