Un gran aparcamiento amenaza con cerrar por un conflicto con el Consistorio

El aparcamiento de la plaza de los Reyes Magos, en el distrito de Retiro, está a punto de cerrar por la falta de un acuerdo con el Ayuntamiento. Éste, por el momento, sólo permite el estacionamiento de unos 80 vehículos, cuando la capacidad del aparcamiento es de casi 700 (ver EL PAÍS del 23 de mayo). La razón: el Consistorio no permite a la empresa concesionaria, Parking Reyes Magos, SL, alquilar o vender más plazas de garaje "hasta que se pueda solucionar la duda razonable" sobre su solvencia, según Javier Conde, director gerente de Movilidad.

La empresa concesionaria mantiene que el Ayuntamiento está "estrangulando" su capacidad financiera, al "impedir que se puedan vender las plazas e ingresar el dinero necesario para poder cumplir con nuestras obligaciones", según José García, su administrador. El Ayuntamiento habría recibido cientos de solicitudes de residentes para adquirir una plaza que, sin embargo, no ha tramitado porque la empresa "no ha cumplido ninguno de los acuerdos de la concesión", insiste Conde.

Según los vecinos de la zona, Parking Reyes Magos ha anunciado la posibilidad de cerrar de forma provisional el aparcamiento, lo que supondría la retirada de los vehículos allí estacionados. Ya el pasado 31 de mayo la empresa convocó a los usuarios para comunicarles su imposibilidad de seguir pagando los gastos mensuales para mantener el estacionamiento, de 18.000 euros, "que no podemos asumir sin tener ingreso alguno", subraya García.

Último capítulo

Éste es, hasta el momento, el último capítulo de la dilatada historia de este estacionamiento, de 16.000 metros cuadrados, cuatro sótanos y que ha costado más de seis millones de euros, según la empresa. En 1992 empezaron los trámites del proyecto, y un año después el Ayuntamiento otorgó la concesión a Deveri, SA, que había adquirido parte del terreno, una parcela de 1.357 metros cuadrados, por 225.000 euros.

Con esta adquisición comenzaron las irregularidades, ya que, aunque Deveri actuaba como concesionaria del Ayuntamiento, no inscribió los terrenos a nombre del Consistorio en el Registro de la Propiedad, por lo que pudo utilizarlos como garantía para pagar una deuda de 823.000 euros con Elsan, SA, la primera empresa a la que subcontrató para las obras.

Después de esta empresa, Deveri subcontrató a Narege, SA para finalizar las obras, cosa que tampoco hizo. Ambas quebraron hace más de cinco años, por lo que el Consistorio otorgó la concesión a Parking Reyes Magos en 1999. Esta empresa concluyó las obras en 2001, casi diez años después del inicio de los trámites. Desde entonces sigue cerrado, excepto para 80 coches, ya que en 1996 los propietarios de los coches compraron las plazas a Narege, aunque ésta no era la empresa concesionaria y el aparcamiento no estaba terminado.

El conflicto entre el Ayuntamiento y Parking Reyes Magos arranca de esta suma de irregularidades. Las dudas del Consistorio sobre la solvencia de la concesionaria se deben a que su deuda puede alcanzar los 5,2 millones de euros, según la empresa. "Pero no sabemos a cuánto asciende", asegura su administrador, "ya que la heredamos de Deveri", afirma. La causa de esta incertidumbre es un párrafo de la concesión, aprobado en el pleno del Ayuntamiento el 30 de abril de 1999, en el que se afirma que "[Parking Reyes Magos] asumirá el pago de las deudas y el cumplimiento de las obligaciones a que viniera obligada Deveri, SA, aun cuando el origen de las mismas no tengan relación con su condición de entidad concesionaria del estacionamiento".

El Consistorio, en aplicación de este párrafo, exige que la empresa avale dichas deudas "para evitar que los acreedores se hagan con el aparcamiento y que el Ayuntamiento tenga que pagar como responsable subsidiario", asegura Javier Conde. Para él, el bloqueo se debe a la situación de inseguridad jurídica que vive el Consistorio frente a la empresa concesionaria: "¿Cómo vamos a permitir que vendan las plazas de garaje si luego resulta que una sentencia nos dice que Parking Reyes Magos no puede venderlas?", resume Conde.

La empresa considera que la situación es "insostenible" y el conflicto no deja de escalar. La semana pasada recibió una notificación de la concejalía de Hacienda que le obliga a pagar el canon de explotación, en total 5.348 euros, establecido para el uso de 356 plazas de residentes, cuando en realidad sólo pueden aparcar 80 coches.