Los socialdemócratas alemanes sufren una derrota electoral histórica
La Democracia Cristiana obtiene el 44,5% de los votos, frente al 21,5% del SPD de Schröder
El Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), del canciller Gerhard Schröder, ha sufrido en las elecciones al Parlamento Europeo el mayor desastre en una elección nacional desde el fin de la II Guerra Mundial, en 1945. Con cerca de un 21,5% de votos, el SPD ha perdido un 9% respecto a las europeas de 1999 y más de un 16% respecto a las elecciones federales de 2002. Los resultados definitivos de participación constataban que apenas se logró el 43%, la mayor abstención en la historia de Alemania. Este dato explica el desastre del SPD, muchos de cuyos electores optaron por no ir a votar.
La Unión Demócrata Cristiana (CDU), junto con sus socios de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), lograron un 44,5% de votos, un 3% menos que en las europeas de hace cinco años, pero un 7% más que en las federales. El socio de coalición del SPD, Los Verdes, son los auténticos ganadores de las elecciones europeas en Alemania al conseguir en torno a un 11,9% de votos, el mejor resultado del partido ecopacifista en una elección federal.
Los poscomunistas del Partido del Socialismo Democrático (PDS) superaron el 6,1% y tendrán representación en el PE, algo que no habían conseguido en las elecciones federales al quedar por debajo del 5% y ver reducida su presencia en el Parlamento Federal (Bundestag) a dos diputados, que consiguieron mandatos directos en sus distritos. Los liberales (FDP) estarán también en el PE al conseguir un 6,1% de votos.
Al SPD y a Schröder no les quedó ni el consuelo de que la CDU hubiera perdido la mayoría absoluta en las elecciones en el Estado federado de Turingia, que también se celebraron ayer. En Turingia, con un 53%, se dio la participación electoral más baja en unas elecciones a un Parlamento regional (Landtag) desde el final de la II Guerra Mundial. En este pequeño land del Este, de 2,4 millones de habitantes, cuna de la socialdemocracia alemana que allí aprobó en 1891 el histórico programa de Erfurt, el SPD sufrió ayer un duro varapalo: menos del 15% de los votos. La Democracia Cristiana (CDU), con un 45% de votos, perdió casi un 5% respecto a las anteriores elecciones en Turingia, pero mantendrá la mayoría absoluta de los escaños en este Landtag así como la mayoría opositora en la Cámara alta, el Consejo Federal (Bundesrat). Los poscomunistas del PDS lograron un considerable resultado con un 26% de votos. Ni el FDP, ni Los Verdes superaron el 5% y seguirán sin representación en este Landtag.
Los resultados electorales de ayer en Alemania constituyen una auténtica tarjeta amarilla para el SPD y el Gobierno de Schröder. La dimisión del canciller de la presidencia del SPD no ha servido de nada. El SPD sigue en caída libre demoscópica y sufre las consecuencias de los planes de reformas y recortes sociales. El partido no las acepta con el efecto de que sus electores se quedan en casa. La mayoría de la población no las entiende o las padece debido sobre todo a la gestión caótica del Gobierno federal, donde cada ministro parece campar por sus respetos y actuar sin la menor coordinación.
Los dirigentes del SPD reaccionaron con perplejidad ante el desastre. El cabeza de lista al PE, Martin Schulz, declaró que estaba sorprendido por las dimensiones de la derrota. El presidente del SPD, Franz Müntefering, aludió a la "indiferencia y desinterés" ante las elecciones europeas y reconoció que el Gobierno federal todavía no ha conseguido ganar la confianza del electorado ante las reformas. La presidenta de la CDU, Angela Merkel, en medio de ovaciones de sus seguidores, calificó el día de ayer de bueno para el partido, para Alemania y para Europa, "para poder llevar adelante una política razonable". Según Merkel, el resultado es un desastre para la coalición SPD-Los Verdes y una advertencia de que su política no cuenta con apoyo en Alemania. Para Merkel, el resultado de ayer pone de manifiesto el fracaso del intento de Schröder de parar la pérdida de votos entregando a Müntefering la presidencia del SPD. "Se ha perdido toda la confianza en la política del SPD, que ha sufrido una derrota dramática", dijo. El primer ministro de Baviera y contrincante derrotado por Schröder en las elecciones de 2002, Edmund Stoiber (CSU), destacó que la actual coalición de Gobierno sólo cuenta con un tercio de los votos y "ha llevado a Alemania a la cola de Europa". Según Stoiber, "la gente no entiende las reformas, las anuncian y luego dan marcha atrás, mientras el paro aumenta y la situación económica empeora".
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