Clara Montes mira hacia el Mediterráneo

Se dio a conocer musicando poemas de Antonio Gala, pero en sus dos siguientes discos, Clara Montes se mostró como una compositora total. Aunque no es fácil clasificarla, ha sido colocada entre las cantantes que han revisado, y renovado, la copla española en los últimos años. Con su cuarto disco, Uniendo puertos, que aparece ahora, dice ser una artista del Mediterráneo capaz de absorber las culturas de sus riberas, sobre todo de ecos árabes, y de cantar a las injusticias del mundo, al amor, a la infidelidad femenina y a la maternidad.

La mirada violeta ha sido la primera canción que se ha dado a conocer de Uniendo puertos. Habla de la infidelidad femenina, algo que para Clara Montes, "está muy mal visto, no como la masculina, hacia la que se tiene hasta una mirada simpática". La canción fue un encargo para la película de igual título que ha protagonizado recientemente Cayetana Guillén Cuervo. "Las mujeres también han sido siempre infieles, pero se ha ocultado por lo machista que aún sigue siendo la sociedad", asegura la cantante sobre un asunto que no le gusta nada, venga de quien venga.

Su manera de cantar, entre la copla y la canción de autor, ha despistado mucho a la hora de definir el género que practicaba. Para ella es "la manía de encasillar todo, no solo en la música; es algo cultural y social. Si no eres pijo, eres pasota; y si no te saben encasillar, eres rarito. Mi raíz es española, empecé cantando flamenco, y como no sabían muy bien, pues me pusieron eso de copla moderna". Ahora, sin embargo, le gusta decir que Uniendo puertos es como un viaje por el Mediterráneo: "Me gusta este concepto de música mediterránea, todo el disco tiene una unidad conceptual, como un viaje por el mar... Un sueño donde los músicos se van bajando y subiendo en los puertos; y todos aportan sus culturas y costumbres".

Maternidad

Hace ocho meses Clara Montes ha sido madre, feliz situación que también está presente en todo el disco, además de en una nana expresa. "La música es una manera de vivir; yo canto lo que voy viviendo; la maternidad te cambia la visión de las cosas y el estándar de valores". La situación bélica del mundo también le ha inspirado, y aunque asegura "tener poca fe en el ser humano", hace acopio de valor para seguir teniendo esperanza: " Los niños de la guerra expresa lo que quiero decir. Me salió al ver los reportajes de la tele sobre tantas guerras. Sigo siendo escéptica, pero hay un halo de esperanza. Creo en los ciclos de guerras y paz. Puede que empiece ahora uno de paz, quiero creer que vamos hacía uno un poquito mejor, aunque no mucho. Y es que no hay que perder la esperanza".