La ONU prepara su vuelta para tutelar la transición

El traspaso de poderes, previsto para el 30 de junio, abre una vía para el retorno del personal de Naciones Unidas a Irak. Los miembros del Consejo de Seguridad, el Gobierno interino y los países vecinos han insistido en que la ONU debe jugar un papel de liderazgo en el proceso político. Pero todavía hay muchas cuestiones sin resolver sobre el tipo de misión.

Naciones Unidas tiene planes de contingencia para movilizar a su personal en julio. La única condición para ello es la mejora de la seguridad. La resolución adoptada el martes por el Consejo autoriza la creación de una fuerza especial para proteger a su personal.

La idea es que la ONU desempeñe un papel preponderante en la asistencia al nuevo Ejecutivo iraquí en la celebración de las elecciones previstas en 2005 y en la redacción de la futura Constitución. Aprobada la Carta Magna habrá, un año después, una nueva convocatoria electoral para elegir al Gobierno. "Estamos dispuestos a hacer el máximo", dijo el secretario general, Kofi Annan. Pero añadió que se hará "teniendo en cuenta las circunstancias".

La seguridad es la principal obsesión de la secretaría general de la ONU y de sus funcionarios. El atentado que sufrió su sede en Bagdad en agosto del año pasado y que costó la vida a 22 personas hizo mella en la institución. Annan decidirá cuándo se dan las condiciones adecuadas para el retorno seguro de su personal. Antes de que se produzca el traspaso de poderes deberá designar al que será su nuevo enviado especial a la zona. Se especulaba con el emisario argelino Lajdar Brahimi, pero ya está descartado.

El número de personas que integrará el contingente de la ONU en Irak está aún por definir. Se está actualizando el plan de contingencia para adaptarlo al nuevo mandato, porque la nueva resolución amplía su ámbito de actuación y tendrá que colaborar con las autoridades iraquíes y el mando de la Fuerza Multinacional.