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Sabotajes continuados en Francia contra la privatización del gigante eléctrico EdF

El Gobierno contempla la posibilidad de aplazar la salida a Bolsa de la compañía

El Gobierno de París está dispuesto a aplazar la privatización del gigante eléctrico EdF, tras una serie de sabotajes contra el funcionamiento de la red eléctrica del país cometidos esta semana por trabajadores del grupo y reivindicados por la Confederación General de Trabajadores (CGT), el sindicato más importante de Francia. Los sabotajes irán in crescendo hasta el martes próximo. El ejecutivo mantiene la necesidad de convertir el grupo eléctrico en una sociedad anónima, pero asegura que esto no implica la salida inmediata a Bolsa.

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Las protestas van a continuar hasta este martes, el día en que dará comienzo el debate parlamentario para transformar EdF y Gaz de France en sendas sociedades anónimas, desde su actual estatuto de "entes públicos industriales y comerciales". Las acciones radicales comenzaron el lunes pasado, con la paralización de 250 trenes por falta de alimentación eléctrica, seguido del corte de energía en la delegación del Gobierno, en la Administración tributaria de Burdeos y en los domicilios de parlamentarios de derechas que deben debatir el proyecto de ley.

Ciudades enteras (Lille, Niza, Cannes) consumen ahora electricidad en horario diurno al precio reducido de tarifa nocturna. Y un número indeterminado de personas a las que se había cortado la luz, por falta de pago, han visto restablecido el servicio sin pasar por caja.

El ejecutivo duda entre seguir adelante con sus planes o sacar la bandera blanca. El diario Le Monde atribuyó ayer al ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, el diseño de una solución intermedia: EdF se convertirá en sociedad anónima, desde luego, pero aplazará la prevista salida a Bolsa de un tramo del capital (nunca se ha contemplado más allá del 30%) y mientras tanto mantendrá el 100% en manos del Estado. La información no fue confirmada ni desmentida por fuentes próximas a Sarkozy, que esperan del ministro un anuncio, el martes, del "calendario y las modalidades" de apertura del capital de EdF.

El Gobierno alega la necesidad de cambiar el estatuto jurídico de EdF y de Gaz de France para no dar la impresión de una garantía ilimitada del Estado al grupo eléctrico, que falsee las reglas de la competencia de la Comisión Europea. El proyecto suprime también el principio de especialidad, de forma que EdF podrá servir gas y Gaz de France convertirse en proveedor de electricidad.

EdF acumula una deuda de 24.000 millones de euros, alegada por los defensores de la privatización para explicar la necesidad de un mecanismo de financiación, que le permita incrementar sus fondos propios. El presidente de EdF, François Roussely, estima las necesidades financieras del grupo "entre 10.000 y 15.000 millones de euros".

Además de darse un tiempo para apaciguar las tensiones sindicales y políticas, los defensores del aplazamiento lo aprovecharán para medir las consecuencias de la apertura completa del mercado eléctrico francés a la competencia, previsto para el 1 de julio próximo. Francia ha aceptado a regañadientes esta exigencia derivada de los compromisos europeos, que tropieza con el recelo de sindicatos y de casi toda la izquierda política.

Hasta ahora, una de las ventajas competitivas de la economía francesa ha sido un aprovisionamiento de energía abundante y a buen precio, protegido de dificultades internacionales gracias a la potencia y extensión de sus centrales nucleares, que proporcionan el 80% de la electricidad producida en Francia. Las grandes empresas, consumidoras de energía en grandes cantidades, esperaban un abaratamiento de los precios gracias a la liberalización del mercado eléctrico, pero en realidad los costes están subiendo para los grandes consumidores, con lo cual resulta muy fácil convencer a los particulares de que privatizar va a implicar para ellos unas facturas más elevadas.

Un trabajador de EdF, en la protesta del pasado martes en París.
Un trabajador de EdF, en la protesta del pasado martes en París.REUTERS

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