Rejuvenecer una defensa añosa
Jacques Santini ve en Gallas y Silvestre el contrapunto a la veteranía de Thuram, Desailly o Lizarazu
Si Francia, favorita casi por unanimidad para ganar el torneo, tiene un punto débil es su defensa, que acumula mucho años. ¿Demasiados? Cuatro de sus hombres de la retaguardia suman 134. Son el portero Barthez, con 33, y los defensas Thuram, con 32; Desailly, con 35, y Lizarazu, con 34. Ellos mismos reúnen 370 internacionalidades, con Desailly, 115, a la cabeza. "Si fuera tan importante ser joven, todos los jugadores tendrían 22 años", se defiende Thuram.
Sin embargo, el seleccionador francés, Jacques Santini, sí desconfía de tanta veteranía en una sola línea y ha decidido rejuvenecerla incluso a costa de que sea el capitán, Desailly, quien se caiga de la titularidad. Su decadencia este curso en el Chelsea ha sido evidente. La baja de Desailly desplaza a Thuram al centro de la zaga, junto a Silvestre, mientras que Gallas ocupa el lateral derecho.
Así, el técnico francés, de 52 años, mezclará en el choque de hoy, ante Inglaterra, un lateral joven, Gallas, de 26, con otro veterano, Lizarazu. Y lo mismo para los centrales: Silvestre, de 26, acompañará a Thuram. Santini pretende combatir de ese modo la velocidad de Owen. En este aspecto, Lizarazu ya no es lo que era: perdió mucha de la electricidad que le ha caracterizado en el Bayern Múnich, equipo del que se despide después de siete años.
Les bleus han notado mucho la retirada de Blanc tanto por su elegante salida con el balón como por su ascendiente en el vestuario. Ni Thuram ni mucho menos Silvestre están capacitados para enhebrar la jugada desde atrás como lo hacía Blanc. De ahí, que se mire con esperanza la aparición del joven Mexes, del Auxerre, de quien se dice que es el heredero del ex capitán. Lo avala nada menos que el italiano Totti: en la lista de jugadores que el capitán del Roma escribió como condición inexcusable para quedarse en el conjunto figura como refuerzo Mexes, de 22 años.
Campeón de Europa sub 18 en 1996, Gallas, del Chelsea, rinde más de central que de lateral, pero su velocidad y agresividad controlada no le impiden ocupar cualquiera de las dos posiciones. A su vez, Silvestre, pese a su incuestionable mejora en las últimas temporadas, llega al torneo afectado por el descrédito general que ha sufrido la defensa del Manchester United en el pasado ejercicio. Se trata de un zurdo muy veloz que puede actuar de central o de lateral izquierdo.
Los internacionales franceses coinciden en apuntar la causa de su fracaso en la anterior Copa del Mundo, la de Corea y Japón 2002. "El cansancio", afirma el extremo Pires. Llegaron a la competición asiática sin tiempo para descansar y acabaron pagándolo. Esta vez no tendrán esa excusa. Francia ha disfrutado de dos semanas de concentración: la primera, para reposar y librarse de todas las tensiones de la campaña; la segunda, para ponerse a punto físicamente. Todo muy controlado por el equipo médico, sabedor de que en sus manos está gran parte del rendimiento del actual campeón.
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