El sector progresista del Constitucional intenta superar el empate para la elección de presidente

Tras el reciente relevo de cuatro magistrados del Constitucional -entre ellos su presidente y vicepresidente-, el sector progresista del renovado tribunal intenta superar la situación de empate para la elección de presidente de la institución, fijada para el martes próximo. El empate a seis votos de los 12 magistrados beneficia al candidato conservador, por ser de mayor edad, criterio legal para deshacer los empates. Varios magistrados negocian un difícil acuerdo.

La elección como presidenta de María Emilia Casas exige un mínimo de siete votos

El sector conservador quiere situar un juez al frente del tribunal por primera vez en la historia

El procedimiento legal de elección de presidente y vicepresidente exige en la primera votación secreta mayoría absoluta de los 12 magistrados -es decir, siete votos- y en la segunda, mayoría simple. En caso de empate repetido se prevé la elección del magistrado de mayor antigüedad y si los empatados a votos tienen la misma antigüedad, se elegirá al de mayor edad de entre ellos.

Dada la actual composición del Constitucional y la voluntad de sus magistrados de cumplir la regla no escrita de que sólo opten a la presidencia y vicepresidencia aquellos a los que quedan tres años en el tribunal, el sistema legal de elección facilita que acceda a la presidencia Vicente Conde Martín de Hijas, puesto que es el de mayor edad -64 años- entre los cuatro a los que corresponde cesar en 2007: además de él, Guillermo Jiménez -63 años-, Jorge Rodríguez-Zapata -56 años- y María Emilia Casas -50 años-.

La mencionada relación de edades coloca en inferioridad de condiciones a Casas, la candidata a presidenta del sector progresista. Tiene asegurados seis votos, pero no serán suficientes si Conde, que ya ha anunciado su candidatura, obtiene otros tantos. Casas no había decidido ayer la presentación de su candidatura, a lo que le animan varios de los cinco magistrados que le darían su voto: Elisa Pérez Vera, Eugenio Gay Montalvo, Pascual Sala, Manuel Aragón y Pablo Pérez Tremps, estos tres últimos incorporados al Tribunal Constitucional el miércoles pasado.

Los cinco magistrados que, en principio, apoyan a Conde son Javier Delgado, Roberto García-Calvo, Jorge Rodríguez-Zapata, Guillermo Jiménez y el recién incorporado Ramón Rodríguez Arribas. Desde el sector progresista se intenta convencer a alguno de estos magistrados para que dé su voto a Casas, cuyas cualidades para presidir el tribunal se reconocen en ambos sectores.

Para la vicepresidencia la situación es idéntica, si bien en este caso el sector conservador ha manifestado su disposición a ceder uno de sus seis votos a Casas, a fin de que obtenga los siete que necesita. De no producirse esa fuga de al menos un voto, el vicepresidente podría ser Jiménez -de mayor edad que Casas-, según fuentes del sector conservador, en el que se descarta la presentación de Rodríguez-Zapata, que también cesará en 2007, pero que se incorporó al tribunal en 2002, en sustitución del fallecido Fernando Garrido Falla.

Fuentes del sector progresista no se muestran conformes, en principio, con la pedrea de la vicepresidencia y consideran que deben agotar las posibilidades de situar a una magistrada como Casas al frente del Tribunal Constitucional, dada su capacitación para ello. El presidente, además de representar al tribunal y de ejercer el voto dirimente en caso de empate, tiene atribuciones sobre la distribución de asuntos, fijación del orden del día, convocatoria del pleno y las salas, entre otras competencias.

Para lograr que Casas acceda a la presidencia, el sector progresista baraja el ofrecimiento a Jiménez de los votos necesarios para obtener la vicepresidencia, a cambio del suyo para completar los siete en favor de Casas.

Esta última solución permitiría que dos catedráticos -Casas y Jiménez- ocuparan la cúpula del Tribunal Constitucional, como ha venido siendo tradicional desde 1980, con las únicas excepciones de los jueces Jerónimo Arozamena y José Gabaldón, que fueron vicepresidentes. La presidencia, hasta el momento, siempre ha estado ocupada por un catedrático: Manuel García-Pelayo, Francisco Tomás y Valiente, Miguel Rodríguez-Piñero, Álvaro Rodríguez Bereijo, Pedro Cruz Villalón y Manuel Jiménez de Parga.

Precisamente la ruptura de esta tradición y la instalación, por primera vez, de un juez de carrera al frente del Tribunal Constitucional es una de las pretensiones del sector conservador, mediante la candidatura de Conde Martín de Hijas para la presidencia, aprovechando su mayor edad.

Por otra parte, fuentes de uno y otro sector reconocieron que sería preferible alcanzar una fórmula consensuada que permitiera a los nuevos titulares de la cúpula del Constitucional iniciar su mandato con un elevado respaldo. Sin embargo, ni unos ni otros parecían dispuestos a ceder.

Fuentes jurídicas ajenas al Constitucional señalaron que la progresiva presencia de jueces en el tribunal durante los años de mayoría del PP ha ido reduciendo en esta institución la tradicional hegemonía de los juristas procedentes de la Universidad. Las mismas fuentes resaltan que de los cinco jueces que hay en el Constitucional, cuatro son de la jurisdicción contencioso-administrativa, mientras que faltan jueces penales, civiles o sociales.

En contraste con esa inflación de jueces administrativistas, tales fuentes recuerdan que el resto de los magistrados son un abogado -Gay- y seis catedráticos de disciplinas variadas: dos de Derecho Constitucional -Aragón y Pérez Tremps-, una de Derecho del Trabajo -Casas-, otra de Derecho Internacional -Pérez Vera-, otro de Derecho Mercantil -Jiménez- y un último de Derecho Administrativo -Rodríguez-Zapata-.

La elección del presidente del Tribunal Constitucional se ha convocado para el próximo martes, 15 de junio, a las 12 horas. La Ley Orgánica del Tribunal Constitucional establece que "el Tribunal en Pleno elige de entre sus miembros por votación secreta a su presidente y propone al Rey su nombramiento". El acto será presidido por Conde Martín de Hijas, el magistrado de mayor edad de entre los más antiguos, y a su vez candidato a la presidencia. Para el mismo día y una hora más tarde se ha fijado la elección del vicepresidente.