El grupo hotelero Accor compra el 29% de Club Med por 252 millones

La familia Agnelli ha aceptado una oferta para vender casi toda su participación del Club Méditerranée (Club Med) al grupo francés Accor, que aprovecha así una buena oportunidad de implantarse en el sector del turismo caro. Para ello ha comprado a los italianos el 21,2% y a la firma financiera Caisse des Dépots et Consignations otro 7,7%, lo cual pone en manos de Accor un paquete del 28,9% por 252 millones de euros.

Las acciones de Club Med subieron ayer un 8,2%, ya que la oferta de Accor, el cuarto grupo hotelero del mundo, supone una prima del 31% respecto al cierre del jueves pasado. Sin embargo, Accor cayó un 4,5%.

Convertirse en el dueño principal de un centenar de ciudades de vacaciones repartidas por el mundo -de ellas, una en Cataluña, otra en Ibiza y una tercera en Cádiz- es un salto adelante para el grupo que ya gestiona 4.000 hoteles repartidos por el planeta y trabaja intensamente en el terreno de la restauración colectiva. Accor cuenta con una implantación sólida en el resto de las gamas hoteleras, identificadas por marcas: desde los populares hoteles Fórmula 1 e Ibis, los de tipo medio (Novotel, Mercure) y la clientela de negocios que nutre los establecimientos de la marca Sofitel.

A Accor le faltaba sólo la gama más alta y éste es el papel que puede cumplir el Club Méditerranée, a su vez necesitado de un socio competente que le salve de un periodo caótico. Creado en 1950, aportó la novedad de la oferta de vacaciones para todos los tramos de edad, sumando actividades lúdicas y deportivas al mero concepto del alojamiento hotelero; pero con el paso de los años le han salido muchos imitadores y últimamente ha sufrido el impacto de la crisis turística y del miedo al avión entre las clases pudientes.

Pérdidas millonarias

El año pasado recibió a 1,7 millones de clientes, lo cual no fue óbice para registrar números rojos por tercer ejercicio consecutivo, con una pérdida neta de 94 millones de euros.

Tras intentar una mejora de la rentabilidad con recortes de plantilla (el Club Méditerranée todavía da trabajo a 20.000 personas) y una reducción del número de ciudades de vacaciones, el actual presidente de la empresa, Henri Giscard d'Estaing -hijo del ex presidente francés y ex presidente de la Convención Europea- apuesta por acentuar el perfil de "alta gama" para las ofertas de vacaciones. Para él, la entrada de Accor debe analizarse como "una alianza".

Al igual que en otros sectores de la economía francesa, el Gobierno tiene algo que ver con esta operación para lanzar de nuevo el Club Méditerranée. No puede entenderse de otro modo el importante apoyo financiero que está dispuesto a prestar la Caisse des Dépots, una institución que depende del Estado francés.

A su vez, desprenderse de la mayoría de la participación que poseía en el Club Méditerranée constituye la primera señal de la reorganización de actividades en el grupo Agnelli, a las dos semanas de la muerte de su último jefe, Umberto Agnelli. Nadie duda de que la familia seguirá siendo el accionista principal de Fiat, pero es discutible el futuro de otros intereses industriales y financieros.