'Troilo y Crésida' cierra la temporada de teatro clásico en Madrid

Entre Hamlet y Otelo, William Shakespeare escribió una obra de teatro prácticamente desconocida en España: Troilo y Crésida. El montaje de esta función sobre la guerra de Troya resulta complicado porque los 14 personajes entremezclan , con igual protagonismo, la tragedia, la comedia y la sátira. Eso no paró los pies al Laboratorio de William Layton, que, con más ilusión que presupuesto, se atrevió el año pasado a estrenarlo en el Festival de Almagro. Entusiasmado, José Luis Alonso de Santos, director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, les propuso cerrar esta temporada del teatro Pavón de Madrid, sede de la compañía, con su Troilo y Crésida. "Creo que en Madrid no se ha hecho nunca. Sólo se conoce algún montaje en Cataluña", explicó ayer Alonso de Santos sobre la obra, que se representará desde hoy y hasta el 4 de julio.

Su director, Francisco Vidal, decidió llevar el texto a escena decepcionado con el género humano tras el estallido de la guerra de Irak. Un sentimiento compartido, dice "salvando las distancias", con Shakespeare, que escribió esta obra cuando su vida corría peligro, y con el poeta Luis Cernuda, que la versionó al castellano desde su exilio en Inglaterra. Hay dos argumentos: la trampa que tienden Ulises y Diomedes a Aquiles, retirado de la lucha porque no soporta ninguna autoridad, y la historia de amor entre un príncipe troyano, Troilo, y la hija de un traidor que se ha pasado a Grecia, Crésida.