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Reportaje:

Entre la tradición y la vanguardia

San Sebastián muestra 50 aguafuertes y litografías del mexicano Rufino Tamayo

El pintor Rufino Tamayo (Oaxaca, 1899-Ciudad de México, 1991) siempre vio en el grabado una técnica con la que enriquecer su producción artística. "Le daba tanta importancia que lo consideraba como obra única", afirmó ayer Anna Palomo, comisaria de la exposición que presenta desde hoy, en el Centro Cultural Okendo de San Sebastián, medio centenar de litografías y aguafuertes realizados por el creador mexicano en los años setenta y ochenta.

Bajo el título Rufino Tamayo. Obra gráfica, la muestra, que permanecerá abierta hasta el próximo 24 de julio, es un ejemplo de la trayectoria del artista, quien en sus inicios se inspiró en lo tradicional. Sin embargo, a medida que avanzaba el tiempo, puso énfasis en la mirada sobre las vanguardias europeas y estadounidenses, aunque sin olvidarse de lo primitivo, según explicó Palomo.

Los aguafuertes y litografías de principios de los setenta expuestos reflejan pues la influencia que tuvo en Tamayo el arte prehispánico, lo primitivo. Una influencia que se puede comprobar tanto en el barroquismo de la composición como en la gama cromática, con colores de "una potencia increíble", subrayó la comisaria de la exposición.

Esta forma de hacer se va simplificando cuando el artista entra en contacto con las vanguardias, de manera que en los trabajos gráficos de finales de los setenta y de los ochenta se aprecia el elemento geométrico y la búsqueda de la esencia en la forma y en la composición en general, como señaló Palomo, quien reivindicó la figura de Tamayo, "poco conocida entre nosotros" pese a ser "el primer pintor moderno de México".

En este sentido, la comisaria de la muestra apuntó que, aunque siempre estuvo muy vinculado a la cultura de su pueblo, el interés de lo artístico prevaleció en Tamayo por encima de la búsqueda de la esencia mexicana y el compromiso político que caracterizaron a sus coetáneos Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco, quizá por ello más conocidos a este lado del Atlántico.

Las creaciones que se pueden contemplar estos días en San Sebastián fueron realizadas por Tamayo en el taller barcelonés Ediciones Polígrafa y ahora pertenecen a la Colección de Obra Gráfica de la Fundación La Caixa, que suma 4.500 trabajos de éste y otros autores.

Una persona contempla uno de los 50 trabajos gráficos que figuran en la exposición de Rufino Tamayo, en el centro cultural Okendo.
Una persona contempla uno de los 50 trabajos gráficos que figuran en la exposición de Rufino Tamayo, en el centro cultural Okendo.JAVIER HERNÁNDEZ

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