La Mutua aprueba las pensiones vitalicias y proyecta nuevas alianzas

La Mutua Madrileña prevé incrementar este año sus beneficios un 30%, como mínimo, y situarlos por encima de 300 millones de euros, mediante crecimiento puramente orgánico -sin realizar compras- y con la firma de nuevas alianzas con terceros, como las alcanzadas con Repsol y el Banco Santander. Así lo anunció ayer el presidente de la entidad, José María Ramírez Pomatta, en la Junta General de Mutualistas, donde una quincena de personas protagonizaron incidentes porque no pudieron acceder a la sala. Ese grupo denunció la gestión del consejo de administración y el pago de una pensión vitalicia de 87.600 euros anuales para los consejeros que hayan ocupado este puesto durante dos mandatos.

Ramírez Pomatta aseguró sentirse "muy dolido por el espectáculo que hemos presenciado" y por los "exabruptos e insultos" recibidos e hizo hincapié en que los miembros del Consejo "nunca hemos obtenido ningún beneficio personal".

La activa gestión de Pomatta, caracterizada por la rapidez en romper alianzas (con el Race y el Banco Popular) y firmarlas con otras compañías (Repsol y el Santander) recibió el apoyo unánime de los 424 mutualistas presentes y los 22.782 que había delegado su voto en el consejo, lo que supone el 1,93% del total de mutualistas. El Santander realizó una activa campaña de recogida de apoyos para la presidencia de la Mutua.

La estrategia de Pamatta se basará en lograr un crecimiento "significativo, sólido, firme y rentable" tanto a escala nacional como regional, pero sin incrementar el precio de las pólizas. A preguntas de uno de los mutualistas, el presidente afirmó que subirán en la misma medida que en años anteriores, es decir, lo mismo que la inflación.