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Entrevista:M. ÁNGELES PRIETO | Directora de hospital

"Las peores barreras son las mentales"

Ginés Donaire

El hospital comarcal San Juan de la Cruz, de Úbeda (Jaén), que atiende a 170.000 habitantes, ha sido premiado por la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía por la implantación de su programa Un hospital sin barreras. Su directora-gerente, María Ángeles Prieto Reyes (Córdoba, 1963), asegura que las barreras mentales y sociales son aún peores que las de tipo arquitectónico.

Pregunta. ¿En qué consiste el proyecto Un hospital sin barreras?

Respuesta. Se trata de dar una asistencia sanitaria equitativa y adaptada a las necesidades de los usuarios del hospital sin que exista ninguna discriminación por razón de sexo, edad o cultura. Todo surgió a raíz de la reclamación de un usuario discapacitado que no tenía el baño adaptado. A partir de ahí empezamos un plan que nos ha permitido remodelar cada año una planta del hospital. El programa incluye habitaciones individuales y baños adaptados para pacientes con discapacidad física. En cinco años queremos tener así el 5% de las habitaciones del hospital. También se han adaptado los ascensores con sintetizador de voz y botonera braille.

P. ¿Las barreras son un mal endémico de todos los hospitales?

R. Sí, por desgracia los centros sanitarios están diseñados para tratar enfermos pero tienen muchas lagunas en cuanto a barreras arquitectónicas y sociales. Por eso es preciso hacer una llamada de atención porque estamos hablando de algo que cuesta poco dinero (en nuestro caso apenas supone el 5% del presupuesto de inversiones) y basta con un poco de imaginación, creatividad y cariño.

P. ¿Cuáles son las peores barreras?

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R. Las mentales, sin duda, a la que se ven sometidos todos los que trabajan en la sanidad, a los que se hace ver órganos enfermos traídos por personas para ser reparados, en vez de ciudadanos de pleno derecho que demandan asistencia sanitaria en toda su globalidad. Sólo es preciso ponerse en el lugar de la persona afectada. Sirva un ejemplo: nosotros hemos colocado puntos de colores en todas las dependencias del hospital porque facilita el tránsito del 8% de los usuarios, que son analfabetos.

P. ¿Y con los inmigrantes?

R. Con la colaboración de la Fundación Progreso y Salud hemos editado guías de servicios para los usuarios traducidas en cuatro idiomas (francés, inglés, árabe y ruso), además de ofrecer dietas especiales para los musulmanes, que están exentas de carne de cerdo.

P. ¿Todo eso ayuda a mejorar la imagen del hospital?

R. Nosotros creemos que sí, pues el último año hemos recibido más felicitaciones que reclamaciones. Al final, nuestro objetivo es ofrecer un servicio más humano y personalizado y pensamos que lo estamos consiguiendo.

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