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Crítica:ROCK | MIGUEL RÍOS
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El cumpleaños del patriarca

Como en las viejas y añoradas matinales del Price, cuarenta años atrás, un teatro madrileño ha servido de marco para que Miguel Ríos cumpla los sesenta haciendo lo que más le gusta: rock vivo, caliente, con emoción y complicidad. El patriarca del rock español ha añadido una muesca más a sus revólveres cargados de paz con la compañía de un público multigeneracional entregado; de una banda de extraordinarios músicos, se empiece a nombrarlos por el lado que se empiece; de un disco nuevo -60mp3-, lleno de instantes inequívocos en los que Miguel es más Miguel que nunca. De invitados de lustre, como la sabia guitarra de Raimundo Amador, la armónica vertiginosa del gran Ñaco Goñi y la participación de un extraño rapero: el poeta Luis García Montero. Toda una fiesta en el día en el que al granadino le cantó cumpleaños feliz hasta una ministra de Cultura, presente en la sala.

Miguel Ríos

John Parsons y Ricardo Marin (guitarras), Cristina Narea (coros y guitarras), Tito Dávila y Josué Santos (teclados), Paco Bastante (bajo) y Vicente Climent (batería). Teatro Lope de Vega. De 15 a 35 euros. Madrid, lunes 7 de junio.

Arrancaba el cantante con toda una declaración de principios, No mires atrás, para seguir con la vieja invitación que le abrió las puertas del público masivo: Bienvenido. Tras explicar cuales son las claves de su Arte de vivir, Raimundo salió para homenajear con Miguel a larga distancia al maestro B.B. King con BB, qué bebes? Más sensaciones de terciopelo y nocturnidad con Raquel es un burdel y Estos labios, pero sin eludir la conciencia social, que llega a los acordes de Niños eléctricos y el Blues de la insatisfacción.

La loca sombra de Charly García se tira de un rascacielos al escenario en Nos siguen pegando abajo, para dejar espacio a varias baladas, viejas y nuevas, del veterano rockero: Sin ti (vuelven los fantasmas), Santa Lucía, 60 razones, No estás sola o la sentida Mi vida y mi cruz. Llega el homenaje a la herida capital de España con Cosas que le debo a Madrid. Después el cubano confundido en la gran manzana se cuela en la piel de Miguel con uno de los mejores temas de su nuevo disco: Los reyes del mambo.

Fin de la primera parte con Año 2000 y Sueño espacial, pero en seguida la música retorna con Insurrección, Corren tiempos perros y una enormidad poética que flota en el estanque del rock: Oración, con texto de Luis G. Montero. Para el segundo bis quedan El blues del autobús, El ruido de fondo y ese más que literal Vuelvo a Granada, adonde todo es posible. ¿Es posible cumplir sesenta tacos y seguir sintiendo el rock en las venas? Felicidades, patriarca.

Miguel Ríos, durante su actuación de anoche.
Miguel Ríos, durante su actuación de anoche.MIGUEL GENER
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