Oferta hostil de los casinos MGM de EE UU sobre su rival Mandalay

Las Vegas, el paraíso del las ruletas y de las máquinas tragaperras, tiene un nuevo rey. Los casinos MGM Mirage están a un paso de convertirse en el mayor operador del sector en Estados Unidos tras lanzar una oferta de compra hostil sobre su rival Mandalay Resort. La operación está valorada en 4.850 millones de dólares (3.938 millones de euros). Además, MGM se hará cargo de 2.800 millones de dólares (2.274 millones de euros) de deuda. Si Mandalay acepta la oferta, MGM controlará un tercio del negocio y la mitad de las plazas hoteleras en Las Vegas.

MGM Mirage pone sobre la mesa para hacerse con su competidor 68 dólares por cada acción de Mandalay, lo que supone una prima para los inversores del 13% sobre el precio de cierre del viernes en Wall Street. Los mercados recibieron el anuncio con importantes subidas en los títulos de Mandalay, que se suman al aumento del 10% que registró el operador de casinos a final de la semana pasada tras publicar sus resultados del primer trimestre, superiores a lo esperado, con unos beneficios equivalentes a 1,3 dólares por acción.

MGM Mirage posee en la actualidad 12 centros de casinos y está asociado con otros socios en dos más. Mandalay, por su parte, es la propietaria de cuatro de los más grandes casinos de Las Vegas, y posee siete más en Nevada, uno en Misisipí y controla participaciones en otros cuatro.

Mandalay dijo ayer en una declaración escrita que va a "evaluar cuidadosamente" la propuesta de MGM Mirage y que le responderá en consecuencia. El presidente ejecutivo de MGM Mirage, Ferry Lanni, lanzó un mensaje a los inversores de Mandalay para convencerles de los beneficios de la alianza entre los dos operadores de casinos. "La combinación de las dos compañías proveerá a los accionistas de Mandalay una importante prima sobre sus títulos y aportará beneficios estratégicos a nuestros inversores", dijo.

Además del visto bueno de la ejecutiva de Mandalay, las autoridades reguladoras estadounidenses deberán examinar escrupulosamente los detalles de la operación antes de darle la luz verde a este gigante del juego.