El Gobierno dejará de ligar las ayudas al Tercer Mundo a la compra de bienes
El Ejecutivo elevará la cooperación sin exigir contrapartidas a los países receptores de las ayudas
España dejará de supeditar las ayudas de cooperación con el Tercer Mundo a intereses económicos. Los Fondos de Ayuda al Desarrollo, por los que el Gobierno otorga créditos a los países pobres, suelen obligar a éstos a adquirir bienes a este país hasta por el 80% del crédito. El Ejecutivo asumirá los acuerdos internacionales que instan a los Estados a elevar las ayudas al Tercer Mundo y a desvincularlas de los intereses económicos, dice Javier Jiménez de Gregorio, director del Gabinete de la Secretaría de la Agencia Española de Cooperación Internacional, del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Jiménez de Gregorio participó en el diálogo Salud y desarrollo, que se celebra desde el sábado en el marco del Fórum 2004. Varios ponentes que participaron en la sesión de ayer coincidieron en denunciar la "perversión" que supone vincular la ayuda al desarrollo con la compra de bienes al país que la concede.
Especialmente crítica fue la consultora Elisabet Jané, de HLSP Consulting, quien en su intervención apuntó que tras algunos acuerdos de cooperación se esconden prácticas corruptas o, cuando menos, totalmente ineficientes. "En los últimos 10 años se han invertido muchos recursos en los países pobres a través de la cooperación internacional con resultados prácticamente nulos: la pobreza incluso ha aumentado y los problemas de salud no se han solucionado", denunció Jané, quien reclamó un cambio drástico en la cooperación oficial de los países desarrollados hacia el Tercer Mundo. El objetivo es triple: que sea desinteresada, que se centre en los países más depauperados y que responda a las verdaderas necesidades de las zonas receptoras permitiendo a éstas que diseñen y dirijan los proyectos.
Las metas apuntadas por Jané coinciden plenamente con los compromisos que ha tomado el Gobierno de Zapatero en materia de cooperación internacional, según resaltó el representante de la Agencia Española de Cooperación. Jiménez de Gregorio aseguró que el Ejecutivo español aumentará en 2006 la Ayuda Oficial al Desarrollo hasta el 0,3% del PIB, porcentaje que alcanzará el 0,5% a final de la legislatura. De esta manera, se duplicará el porcentaje que dedicó el anterior Gobierno del PP a este concepto (2,5% de PIB).
Jiménez de Gregorio insistió en que de forma progresiva España dejará de supeditar este tipo de ayudas a intereses económicos, hasta llegar a una completa desvinculación en el año 2010 como máximo. Las ayudas, agregó el representante del ministerio, experimentarán un giro para orientarse a los países más pobres, y se reforzará la colaboración multilateral con organismos de cooperación de la ONU, como la ACNUR o la OMS.
La necesidad de un cambio de rumbo de la cooperación que en materia de salud se está realizando en el Tercer Mundo fue reclamada también por Staffan Bergström, jefe del departamento de Salud Internacional del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia). Bergström lamentó que la mayoría de programas de formación de médicos y enfermeras en los países pobres "están excesivamente influidos por los sistemas de formación occidentales y no se orientan hacia las necesidades reales del país destinatario". Joaquín Lejeune, jefe del Servicio de Electromedicina del Hospital Universitario Virgen de la Macarena de Sevilla, reveló una cifra para la reflexión: en los países del África subsahariana, el 47% de los equipos de laboratorio (de análisis y diagnóstico de enfermedades) donados por los países desarrollados no funcionan.
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