"Los enfermos mentales son los grandes estigmatizados"
El catedrático de Psiquiatría José Guimón (1943) ha pasado los últimos diez años en Ginebra, donde dirigió el departamento de Psiquiatría de su Universidad y participó en la puesta en marcha de la Fundación Ginebra para los Derechos Humanos en Psiquiatría, que ha presidido hasta diciembre pasado. Ahora, asentado en Bilbao, trabaja en un proyecto similar para ayudar a terminar con el estigma social que pesa sobre los enfermos mentales. Acaba de publicar La discriminación de los pacientes mentales: un reto para los derechos humanos, editado por el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Deusto.
Pregunta. ¿Por qué existen aún tantos prejuicios hacia los enfermos mentales?
"Quienes tienen más prejuicios hacia los enfermos mentales son también los más xenófobos y racistas"
Respuesta. Los prejuicios tienen un componente cognitivo, de conocer el problema, pero también afectivo, que es mucho más difícil de cambiar. Los prejuicios están arraigados a los sentimientos y no se pueden cambiar sólo con razones intelectuales. Actualmente existen los mismos prejuicios hacia esos enfermos que los que hubo en otro tiempo hacia las enfermedades infecciosas, como la lepra o más recientemente, el sida. Los que tienen más prejuicios hacia los enfermos mentales son también los más xenófobos, los más racistas, los más homófobos. Los prejuicios derivan del temor al ser humano diferente de nosotros y ahí se incluye a los enfermos mentales.
P. Un enfermo puede decir que tiene cáncer, pero no que sufre depresión o angustia. ¿Recae sobre la enfermedad mental el estigma social?
R. Desde luego. Los enfermos mentales son los grandes estigmatizados. Y eso que el 30% de la población va a tener un trastorno psiquiátrico detectable en algún momento de su vida y, si se añade alcoholismo y toxicomanía, entonces llega al 50%. Aunque las enfermedades psiquiátricas graves sólo afectan al 5%. El resto son enfermedades como la depresión y la ansiedad. Estas últimas también están muy estigmatizadas, porque yo puedo tener una depresión y quedarme una semana en la cama. Sin embargo, no puedo decirlo porque me descalifico. Los trastornos mentales son hoy en día la segunda causa de discapacidad y está calculado que para el año 2020 serán la primera.
P. Es como si estuviera vetada la debilidad.
R. Si se reconoce una debilidad parece que estás más incapacitado, eres menos fiable.
P. En su libro alude a la vulnerabilidad de los enfermos mentales y menciona que se les llegan a aplicar tratamientos en contra de su voluntad, incluso que sufren abusos sexuales.
R. Es que son débiles. Hay cientos de pacientes en el País Vasco que anualmente son ingresados en contra de su voluntad. A menudo se cometen excesos, aunque hoy en día menos, pero se dan restricción de movimientos, como atarles, etcétera, o medicarles en contra de su voluntad. Si a la vez que enfermos mentales son delincuentes, mientras están a la espera de juicio se les priva de sus derechos. En el hospital de Basurto hay enfermos que están indefinidamente sin ser juzgados por el hecho de ser enfermos mentales. También los inmigrantes que dominan mal el idioma o por sus costumbres, cuando tienen una enfermedad mental se les diagnostica excesivamente por distorsión, se les ingresa involuntariamente,... Y si se es mujer y se padece alguna deficiencia psíquica o síndrome de Down es más fácil ser víctima de abuso sexual. Los derechos humanos de los pacientes son vulnerados con frecuencia aplicándoles tratamientos involuntarios, violando la confidencialidad e incluso con abusos físicos y hasta sexuales.
P. ¿Amparan las leyes suficientemente a este tipo de pacientes?
R. Las leyes no siempre se cumplen bien y hay un margen de dudas y de abusos. Las leyes se han revisado en los últimos años y están bien adaptadas a la realidad. Lo que pasa es que los centros psiquiátricos no siempre cumplen ni se ponen los medios. Las recomendaciones y la no discriminación, el diagnóstico, el tratamiento, la investigación y otras cuestiones se han adoptado en muchos países y, sin embargo, se siguen denunciando violaciones de estos derechos.
P. ¿Son peligrosos los enfermos mentales?
R. Son menos peligrosos que el resto de la población, pero son menos predecibles; eso es lo malo.
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