El Santander cede ante los sindicatos y cambia despidos por jubilaciones
El banco estudia proponer entre 500 y 600 bajas de más de 51 años de edad
Las recientes declaraciones de Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado, y la cercanía de la junta general de accionistas de la entidad, han empujado al Banco Santander a aflojar la tensión que mantiene con los sindicatos y a abrir la mano a las prejubilaciones. La entidad que preside Emilio Botín podría acabar así con la política de bajas voluntarias o despidos que hasta ahora ha llevado a cabo. En la reunión del comité de empleo del banco que tendrá lugar el próximo lunes, la entidad presentará a los sindicatos la posibilidad de realizar entre 500 y 600 prejubilaciones de empleados con más de 50 o 51 años de edad. Salvo que el Banco de España cambie de criterio, estas bajas se deberán hacer con cargo a los beneficios del grupo y su coste estimado asciende a 165 millones de euros.
La nueva propuesta llega a dos semanas de la celebración de la junta general de accionistas que el banco celebrará el próximo 19 de junio en Santander. La entidad no quiere que se convierta en un escenario para que todos los sindicatos (unidos por primera vez en 15 años) aprovechen como tribuna para exponer las quejas laborales. Eso se une a las recientes declaraciones de Alfredo Sáenz para que "se desmantele" el Estado de bienestar pidiendo que se reduzcan las prestaciones sociales para tener más competitividad, lo que ha generado el rechazo frontal de los sindicatos.
Hace una semana, los representantes sindicales urgieron al banco a abandonar "la política del terror laboral y los despidos encubiertos como bajas voluntarias", para que negociara otros sistemas de reducción de plantilla, como las prejubilaciones. La entidad había anunciado que prescindiría de unos 700 empleados este año y, según fuentes sindicales, 130 ya se han acogido a las ofertas del primer banco español. Según algunas estimaciones, unos 550 empleados podrían aceptar la prejubilación, en la que el banco está ofreciendo entre el 80% y el 95% del salario, dependiendo de las circunstancias individuales. Estas condiciones son las estipuladas en el acuerdo firmado ahora hace un año entre el banco y los representantes laborales, que obliga a la empresa a reducir plantilla con prejubilaciones hasta diciembre de 2006.
Cambio de política
Los sindicatos denunciaron que el banco había cambiado de política utilizando las bajas voluntarias porque eran un 40% más baratas que las prejubilaciones y porque el Banco de España no permite cargar éstas contra las reservas de la entidad a partir del ejercicio en curso. En 2003, la red del SCH prejubiló a 1.093 personas y sumando todas las unidades del grupo, incluido Banesto, la cifra asciende hasta los 1.439 empleados. La entidad en España todavía cuenta con 5.690 personas que tienen 50 o más años de edad, de una plantilla total de 34.879 empleados en España y 101.755 en el mundo.
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