"Una reforma en busca del crecimiento sostenible y la cohesión social"

Somos favorables al Pacto porque las cuentas públicas sanas y el control de la deuda pública garantizan la solidaridad con las generaciones futuras. Gracias al Pacto de Estabilidad, las economías europeas han reducido su déficit, su deuda pública y controlan la inflación. Con todo, el Pacto ha demostrado fallos que conviene revisar. Cabría una reforma para ponerlo en práctica de forma más inteligente y flexible, siguiendo la estrategia de Lisboa, que persigue el crecimiento sostenible, la consecución del pleno empleo y la cohesión social. Los Estados miembros deben aumentar su inversión en capital humano (mejora de la educación pública), capital físico (desarrollo de las infraestructuras) y capital tecnológico (impulso a la I+D+i). El objetivo: la inversión productiva y la conversión de Europa en una economía del conocimiento.