El teatro clásico español triunfa en Stratford con la Royal Shakespeare Company
Laurence Boswell destaca la ironía y la complejidad del repertorio del Siglo de Oro
El teatro clásico español ha conquistado Stratford, la cuna de Shakespeare. La crítica, en una rara valoración coincidente, elogió la apertura del ciclo con El perro del hortelano, de Lope de Vega. Un público emocionado reserva localidades para el resto de las obras -de Tirso de Molina, Juana Inés de la Cruz y Cervantes- que la Royal Shakespeare Company ofrece por primera vez en repertorio hasta otoño. El responsable del ciclo, Laurence Boswell, resalta "la ironía y la complejidad" de los textos del Siglo de Oro español. Los cuatro montajes se podrán ver en el próximo Festival de Otoño de Madrid, y en julio la Royal Shakespeare recibirá en Almagro el premio del Festival de Teatro Clásico.
Laurence Boswell, director asociado de la Royal Shakespeare Company (RSC), reivindica la vigencia y relevancia del teatro clásico español. "Es un repertorio que en el siglo XX quedó asociado en España con la derecha conservadora. Es una idea equivocada. En las mejores obras, el desenlace es demasiado irónico, avanzado y complejo. Puede parecer una solución conservadora, pero el autor muestra a la audiencia la cara irónica de dicha solución".
Boswell, de 45 años, se aproxima al Siglo de Oro "sin la carga de la herencia histórica" que, según admite, mengua el compromiso de los directores españoles con la difusión de los clásicos entre su público. "Cuando estás en el centro de un movimiento histórico, es difícil distanciarse y valorar lo que uno tiene. Los árboles no siempre te dejan ver el bosque". "En Inglaterra", añade, "existe una tradición continuada de montajes de Shakespeare. Las técnicas teatrales pasan de una generación a otra y las obras se renuevan constantemente. En España, en cambio, el hilo se quebró hace tiempo, y una vez rota la tradición, es difícil reanudarla".
Boswell profundiza en su pasión por los clásicos españoles con el apoyo logístico de la RSC y con 20 actores de la compañía centrados durante 12 meses en el estudio e interpretación del contenido del ciclo: El perro del
hortelano, de Lope de Vega; La venganza de Tamar, de Tirso de Molina; Los empeños de una casa, de sor Juana Inés de la Cruz, y Pedro de Urdemalas, de Cervantes. La BBC grabará, además, la lectura de una quinta obra, La hija del aire, de Calderón de la Barca.
Fronteras
"Los actores están entusiasmados de poder crear unos personajes que ningún otro miembro de la compañía, presente o pasado, puede reclamar como suyos. Las críticos están sorprendidos y encantados. No han publicado una palabra negativa. Y el público conecta con las obras, se ríe, se emociona y me escribe cartas muy positivas. Es un experimento pionero con el que estamos expandiendo las fronteras de lo que la gente considera teatro mundial".
"Es inútil comparar a Shakespeare con otros dramaturgos. Nadie puede medirse con él; camina solo. Pero las obras del Siglo de Oro español sí están a la altura del repertorio de autores ingleses en torno a Shakespeare como Middleton, Dekker, Webster, Ford y muchos otros. Lope, Tirso y Calderón se valen por su propio peso", defiende.
En las diferencias entre las escuelas clásicas inglesa y española se descubren los ingredientes del éxito de esta primera intensa incursión de la RSC en un repertorio extranjero. "Hay dos cualidades que nos asombran inmediatamente. La rapidez con la que los autores manipulan la historia y, por otra parte, la increíble fusión de tragedia y comedia en una misma obra. La trama evoluciona a una velocidad y volatilidad muy poco inglesas. Nos agrada el efecto frente al ritmo del teatro inglés, mucho más lento y constante. La pasión, los giros y cambios de dirección del argumento son tributos específicamente españoles. Al mismo tiempo, el salto de la comedia a la tragedia requiere mucha destreza de los actores con las palabras y el movimiento. Es una técnica más visceral, enraizada en el cuerpo y más próxima a la danza o al teatro físico", explica Boswell, quien dirige la producción de Lope de Vega, además de supervisar el ciclo.
Boswell se niega a calificar de adaptaciones los montajes, sobre textos de nueva traducción, que la RSC está poniendo en escena en el teatro Swan, construido en los años ochenta al estilo del equivalente inglés de las corralas. "En España, estas obras con frecuencia se adaptan y actualizan. Nosotros nunca trataríamos así a Shakespeare. Nuestra tradición clásica es bastante reverencial con el texto. Lo cortamos en ocasiones, pero nunca alteramos las palabras. Es necesario, eso sí, resolver la paradoja de cómo honrar los pensamientos y sentimientos de las obras sin olvidar la realidad contemporánea para que no se conviertan en piezas de museo", advierte.
La fidelidad al original no impide experimentar con la traducción. La versión de El perro del hortelano suena fresca y urbana e incluye cambios en la versificación sin alejarse de la estructura en sonetos de Lope de Vega. Más arriesgada es la traducción de Pedro de Urdemalas, que no sólo respeta los versos de Cervantes, sino incluso la escala de rimas. "Pensé que no iba a funcionar. Los textos castellanos llevan rimas muy elaboradas. Son difíciles de trasladar al inglés, cuyas rimas son más limitadas".
El esfuerzo va dando frutos. Con dos obras en escena, y una tercera en fase de ensayos en el teatro Swan, la confianza crece en la RSC. Por lo pronto, el ciclo ampliará su temporada para actuar en Newcastle y Madrid. Boswell no descarta viajar a Londres, Nueva York y algunas ciudades de Latinoamérica.
Babelia
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