Ibarretxe reitera que el Parlamento vasco votará su plan antes de las autonómicas

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, atajó ayer los rumores sobre un posible adelanto de los comicios autonómicos al asegurar ante los principales empresarios vascos que agotará la legislatura, que concluye en mayo de 2005. Es más, aprovechó el encuentro (en el que también participaron el comisario económico europeo, Joaquín Almunia, y el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, aunque no coincidieron con Ibarretxe) para desterrar cualquier posibilidad de retirar su plan, como pidió el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en su investidura. El lehendakari aseguró que el Parlamento vasco lo votará antes de las autonómicas.

No era un discurso nuevo, pero la solemnidad del escenario desde el cual lo pronunció, sí. Ibarretxe aprovechó la inauguración del Encuentro 2004 de la Economía de Euskadi, que organizaron el Foro Nueva Economía y el Círculo de Empresarios Vascos en el Museo Guggenheim de Bilbao, para dejar muy claro que de alterar los ritmos previstos o de rebajar sus demandas políticas, nada de nada. "Las elecciones se celebrarán cuando toque, en su momento, cuando están previstas. En ese sentido, yo rogaría que nadie se pusiera nervioso, ni se hicieran cábalas al respecto".

A falta de fijar la fecha para la entrevista con Zapatero, pero con la cita ya prácticamente apalabrada para julio, tras las elecciones europeas, las declaraciones de Ibarretxe sonaron a advertencia: "Antes del final de la legislatura habrá una votación en el Parlamento vasco, y la sociedad vasca sabrá qué es lo que opinamos cada cual acerca de la propuesta presentada por el Gobierno" autónomo.

El tercero de los tres mensajes que quería que quedara muy claro, hacía referencia a sus preferencias para el próximo Ejecutivo vasco. Ibarretxe descartó un eventual reencuentro de socialistas y nacionalistas para la próxima legislatura porque su apuesta sigue siendo el tripartito con EA e IU. Según dijo, tiene una "gran confianza" en la actual fórmula, no sólo para terminar esta legislatura sino también para el futuro. "El tripartito es cada vez más atractivo para la sociedad vasca por lo que con toda seguridad va a ser, de manera reforzada, el Gobierno que podremos tener para los próximos años", explicó.

Ibarretxe vendió su plan asociado al bienestar más que "a la confrontación" rodeado de significativos miembros de la comunidad empresarial. Allí estaba el máximo representante de la patronal vasca, Confebask, Román Knörr, quien en noviembre de 2002 tras entrevistarse con el lehendakari en Ajuria Enea, descalificó su plan, en medio de una gran polémica.

También estaban los consejeros delegados y presidentes de relevantes compañías, como Carlos Espinosa de los Monteros, de Mercedes Benz; Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola; Alfonso Basagoiti, de Gamesa, o Jesús Catania, de Mondragón Corporación Cooperativa.

De hecho el encuentro se transformó en el primer debate público de notables empresarios respecto del marco político, y todos ellos coincidieron en la importancia de la estabilidad política e institucional para un desarrollo normalizado de la economía y las empresas.

En ese contexto, el lehendakari subrayó que su propuesta de nuevo Estatuto es buena para Euskadi y "también para España" porque la mayoría de los ciudadanos de todos los partidos políticos quieren y persiguen más bienestar. Y, según dijo, su plan es un análisis muy serio sobre los instrumentos con los que tiene que contar el Gobierno para incrementar ese bienestar.

Un estudio académico de Javier Gardeazabal, del departamento de Economía de la Universidad del País Vasco, cuantifica en el 10% del PIB per cápita, el coste de la violencia de ETA en Euskadi desde 1975.

El presidente y consejero delegado de Mercedes Benz-España Carlos Espinosa de los Monteros, recibió una sonora ovación cuando concluyó su turno de intervención asegurando que "si el País Vasco quiere reforzar su progreso tiene que estar en paz consigo mismo y con España".

Acuerdo sobre el Cupo

El ministro de Economía y vicepresidente segundo, Pedro Solbes, señaló en una rueda de prensa que el conflicto abierto con el Ejecutivo vasco en torno al Cupo que debe pagar por las competencias no transferidas es un tema "transitorio" y confió en solucionarlo en un plazo breve de tiempo. Ayer mismo, el Gobierno vasco descontó de nuevo los 32,2 millones de euros que las dos Administraciones vienen descontándose mutuamente desde que el Ejecutivo vasco empezó a hacerlo en mayo del pasado año.