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El entorno de Carmen Giménez conocía su "inevitable" salida del Museo Picasso

La consejera de Cultura dice que lo sorprendente es "que se haya quedado tanto tiempo"

Margot Molina

La decisión de Carmen Giménez de abandonar la dirección del Museo Picasso de Málaga, inaugurado hace siete meses, ha sido algo "anunciado e inevitable" para los que la conocían y "una sorpresa", para el resto. Tanto la familia Picasso, como la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y los miembros del patronato del museo sabían, desde antes de la inauguración, la intención de Giménez de cerrar una etapa en la que lleva 13 años "dejándose el pellejo", en palabras de José María Rodríguez-Ponga, secretario de la fundación de la familia Picasso.

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"Quizás la verdadera sorpresa ha sido el hecho de que se quedara al frente del museo tanto tiempo", dijo ayer la consejera de Cultura, Rosa Torres, quien conoce bien el proyecto porque ha sido delegada de Cultura en Málaga durante las dos legislaturas en las que Carmen Calvo, actual ministra de Cultura, ha fraguado el museo. "No me consta que haya habido ningún enfrentamiento con Bernard Ruiz-Picasso

[nieto del pintor y propietario junto a su madre de las obras que integran la colección] y tampoco lo ha habido conmigo", añade Torres.

"Ella estaba buscando el momento adecuado para dejarlo, una vez que todo estuviera encauzado. Para una persona del nivel de Carmen Giménez lo atractivo ha sido poner en marcha el proyecto, ella no quería asumir la dirección, como prueba que su nombramiento fue en agosto y el museo se inauguró en octubre. Incluso se ha quedado unos meses más de lo que tenía previsto porque la convencimos entre todos", aseguró ayer el abogado Rodríguez-Ponga, secretario de la Fundación, Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso. "Se va después de hacer un exitoso balance de los seis primeros meses con 250.000 visitas, una gran repercusión internacional y tras obtener el reconocimiento de los grandes museos Picasso de París y Barcelona", añade Rodríguez-Ponga.

Giménez, que está en Nueva York montando una exposición de Brancusi para el Guggenheim, aseguró el pasado jueves que su papel ha sido el que "el museo abra sus puertas y ahora comienza una nueva etapa en la que yo ya no soy fundamental". La comisaria de exposiciones comenzó las negociaciones para la creación del museo en Málaga a principios de la década de los noventa, cuando realizó dos importantes exposiciones en la ciudad: Picasso clásico (1992) y Primera mirada (1994). "Mi marcha del museo no será ningún problema, ya que todo está hablado con la familia Picasso, tanto con Christine como con Bernard. Además, no desaparezco, porque seguiré como asesora y si el museo me necesita, estaré ahí", declaró ayer a Efe Carmen Giménez. "Esto ha salido muy bien y estoy muy contenta. Todo ha sido como un perfecto matrimonio", añadió.

"La persona que se haga cargo de la pinacoteca a partir del 30 de junio no tiene porqué tener el mismo perfil que Carmen Giménez. Su elección será un proceso largo y nos dará mucho trabajo", afirma el abogado, quien niega que el cargo lo vaya a ocupar Bernard Ruiz-Picasso. "Él mismo se ha descartado", afirma.

La marcha de Carmen Giménez ha causado gran sorpresa en Málaga, donde unánimemente ha sido lamentada. El presidente provincial del PP, Joaquín Ramírez, ha reprochado a la Junta que no "haya sabido" retener a alguien tan esencial en el proyecto del museo "al menos hasta que cubriera su primera etapa", en referencia a la inauguración completa de la pinacoteca. Al museo le falta por finalizar un módulo anexo en el que se están construyendo un auditorio y una biblioteca entre otras dependencias y que, según Rosa Torres, estará terminado en junio.

A Pepe Cobo, presidente de la Unión de Asociaciones Españolas de Galerías de Arte Contemporáneo, la decisión de Giménez no le ha sorprendido. "No se trata de una dimisión fruto de un enfrentamiento, ni siquiera de una disconformidad con la familia Picasso, ni la Junta; sino de una decisión que había tomado hace tiempo", explica Cobo. "Ella siempre ha estado en una especie de régimen de provisionalidad", añade.

Inauguración

La pinacoteca se inauguró, el 27 de octubre de 2003, con 204 obras de la nuera y el nieto de Picasso. A estas piezas se sumaron otras 38 que Bernard prestó sólo por un año, plazo que, según él mismo confirmó el pasado jueves en Málaga, no prorrogará. Entre las obras que abandonarán el museo el próximo octubre se encuentran los óleos Casagemas muerto (1901), Fernande con mantilla (1906) o Retrato de mujer con cuello de armiño (1923).

Junto a la colección permanente, la nueva pinacoteca ofreció la muestra temporal El Picasso de los Picasso que vieron 160.000 personas hasta finales de febrero. El pasado abril inauguró otra exposición temporal, Obra

gráfica y cerámica con fondos del propio museo. El revuelo que ha levantado la dimisión de Giménez ha coincidido con la decisión que tomó ayer la Real Academia de Bellas Artes de conceder al Museo Picasso de Málaga la Medalla de Honor 2004 por sus "esfuerzos en la defensa y recuperación del patrimonio artístico nacional".

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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