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Reportaje:

El negociador infatigable

El policía que logró la rendición del atracador de Alcalá se prejubila

Si Robert Redford era El hombre que susurraba a los caballos indomables, el inspector jefe Andrés Hurtado es el hombre que susurra a los secuestradores y consigue que se entreguen pacíficamente. Eso fue lo que hizo el pasado miércoles con un joven rumano que atracó una sucursal del BBVA en Alcalá de Henares, donde mantuvo secuestradas a 20 personas durante más de siete horas. "Deja las armas en el suelo, sal a la calle y nos damos un abrazo", le pidió Hurtado a Stoiko Ovidiu Anton, de 19 años. Y éste, mansamente, siguió los consejos de su "amigo" policía.

Hurtado, natural de Ávila, lleva 19 años de jefe de la sala del 091 de Madrid, ha atendido miles de llamadas de parejas en plena trifulca conyugal, de ancianas solitarias en demanda de socorro, de mujeres violadas... y hasta de suicidas que se confiesan con él antes de anudarse la soga al cuello. Pero, además de eso, este inspector jefe tiene el título de "negociador" en situaciones de crisis, obtenido el 25 de abril de 1995 en el primer curso convocado por la Dirección General de la Policía.

En sus nueve años de mediador, este agente ha logrado el rescate de varios secuestrados y ha evitado suicidios

El próximo 10 de junio, Hurtado cumplirá 58 años y, en consecuencia, deberá pasar a la segunda actividad, una especie de prejubilación para los policías. "Pero me quedo. No sé si como asesor o cómo, pero seguiré más o menos en activo, como me piden mis jefes", decía ayer tarde el héroe de Alcalá de Henares.

Este hombre, que el pasado miércoles estaba libre de servicio, recibió una llamada ordenándole que se trasladara a Alcalá de Henares, donde un individuo se había hecho fuerte y mantenía 20 rehenes en un banco. Ése fue el inicio de una negociación que se materializó en una veintena de contactos entre el delincuente y el policía.

"El momento clave fue cuando el chico me desveló que tenía un problema importantísimo. 'Quiero traer a una chica de Rumania', me dijo. Y yo le repliqué que en todo lo que pudiera le ayudaría, que teníamos que confiar el uno en el otro", recuerda Hurtado. En la decimosexta o decimoséptima conversación, el joven ya le confió al agente que quería tenerle cara a cara.

La primera vez que se vieron, sobre las seis de la tarde, Ovidiu estaba parapetado detrás de uno de los rehenes. El negociador le dijo que no había necesidad de que le apuntara con una pistola, y le pidió que hablaran de una forma más distendida.

"A partir de ahí tuve la corazonada de que la cosa iba a salir bien", señala Hurtado, quien conminó a Ovidiu en la segunda ocasión que le vio, una media hora después, a que "cuando le pareciera bien, dejara salir a la gente y tirase las armas" (una metralleta Uzzi y una pistola simuladas). Así lo hizo el rumano.

Sentido común, comprensión y una aparente complicidad fueron las armas del inspector jefe para doblegar al atracador/secuestrador. "Pero me ayudó mucho un colaborador inesperado: un muchacho rumano, de 23 años, novio de una chica española que estudia para policía, y que me hizo de traductor porque Ovidiu, aunque habla castellano, no entendía algunas palabras. Ese chico extraordinario se llama Cristian".

Lo de Alcalá es un nuevo capítulo en la vida profesional de Hurtado. Una historia más a unir a aquella otra en la que, el 16 de agosto de 1995, estuvo a punto a morir por un disparo efectuado por un francotirador enloquecido en la calle de Sirio (barrio de La Estrella). O a aquel caso en que, el 25 de enero de 2002, intervino en el secuestro de un industrial en Alcalá de Henares. O como aquella vez, en diciembre de 1998, en que actuó en el secuestro de una farmacéutica de Aranjuez (Madrid) liberada en la localidad playera del Perelló (Valencia). Y cómo no recordar aquella vez, en noviembre de 1994, que impidió, a través del teléfono, que una joven se suicidara arrojándose desde un barco al mar, cerca de Gran Bretaña, tal como la chica había anunciado a su familia.

Andrés Hurtado da detalles de su intervención en Alcalá de Henares.
Andrés Hurtado da detalles de su intervención en Alcalá de Henares.EFE

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