20.000 entradas de pago y 10.000 gratis

El estadio de El Molinón, con un aforo de 40.000 localidades, terminó reuniendo a 30.000 espectadores en el estreno, en Gijón, de la gira europea de Paul McCartney, aunque empezó con una cifra sensiblemente inferior. Una asistencia suficiente para que, en contra de lo que se llegó a temer hasta el mismo lunes, el campo de fútbol no ofreciese una imagen desangelada. Al final, hubo casi lleno, aunque para ello la sociedad municipal organizadora del concierto y la promotora de la gira en España tuvieron que apelar a diversas empresas de Asturias y de otras comunidades del norte, así como a las delegaciones regionales de compañías de ámbito nacional, para que adquiriesen lotes de entradas, que luego distribuyeron gratuitamente, como promoción propia, entre clientes y abonados. La hostelería local también colaboró en ello, como apuesta por el mantenimiento de Gijón como sede de grandes espectáculos internacionales de rock.

Al final, y a expensas del arqueo definitivo, 20.000 espectadores accedieron al estadio previo pago de los 45 euros de rigor, y unos 10.000 lograron ver el espectáculo del ex beatle gratis. Ello motivó todo tipo de comentarios entre los asistentes, pero, según el concejal de Festejos de Gijón, Iván Álvarez Raja, "este tipo de colaboraciones empresariales son frecuentes y habituales en grandes espectáculos y muchas de las empresas a las que recurrimos suelen ser patrocinadores habituales en nuestras actividades".

Álvarez Raja admitió dificultades: "Nos ha costado un poco de esfuerzo sacar adelante este concierto. La venta fue lenta, aunque se apuró al final. Pese a eso, no estuvo a la altura de las expectativas que nos habíamos creado hace dos meses. Sin embargo, el resultado ha sido magnífico y el espectáculo, inolvidable".

El aforo se quedó a 3.333 entradas de distancia del umbral que hubiese permitido cubrir la totalidad de los gastos, estimados en 1,5 millones de euros. Sin embargo, Álvarez Raja aseguró que los ingresos permitirán costear el cachet del cantante y otros gastos de producción. El déficit, que a expensas de la liquidación final podría rondar, según estimación no confirmada por el municipio, unos 150.000 euros, no lo considera especialmente gravoso.