Ignorancia Artificial

En 2625, mientras los humanos buscaban armas de destrucción masiva en un remoto planeta llamado Besalius, resulta que dichas armas estaban siendo desplegadas en la propia Tierra. Breed, el enemigo alienígena de turno con su inteligencia superior según el guión del juego, usó esta estratagema para invadir el planeta entretanto toda la fuerza armada humana estaba ocupada en la otra punta de la galaxia. El trabajo del aspirante a marine espacial consistirá en salvar la tierra con la ayuda de un escuadrón de soporte.

Los políticos deben vigilar con lo que prometen durante la campaña electoral porque puede que ganen y deban cumplirlo. Tras dos años largos de desarrollo y demasiadas promesas, Breed no alcanza a satisfacerlas. Lo que era el mejor juego de la feria londinense ECTS en 2002 se ha quedado en una tecnología desfasada en 2004 frente a monstruos del videojuego como Fair Cry de Ubi Soft. Se autoapodaron Halo Killer, es decir, el asesino del buque insignia de Microsoft para Xbox, y en el intento casi consiguen un suicidio. Los gráficos debían ser desbordantes y son escasos y discretos; la forma de jugar debía permitir libertad total sobre inmensos parajes y sin embargo transcurre sobre raíles, en inmensos parajes, sí, pero que sólo permiten explorar una parte en cada misión; el escuadrón debía llevar la experiencia a un nuevo nivel, cambiando de personaje según las necesidades, pero su escasa inteligencia hace que la mayoría del equipo muera antes de poder aprovechar sus cualidades, a no ser que se les dé la instrucción expresa de que no se muevan del punto de inserción.

El disco es mediocre pero aprueba por los pelos. Además de ir a pie matando los soldados Breed con distintas armas como en cualquier juego de acción tradicional, existen vehículos, tanto terrestres como aéreos, disponibles para acabar la misión. Aunque haya que ir sobre objetivos prefijados, no obsta para que la diversidad en la acción aporte algo de entretenimiento.