Fuera de juego

Llueve sobre mojado. La larga historia del Granada Club de Fútbol está plagada de desengaños, tropiezos y fiascos en su gestión. Las últimas dos décadas se llevan la palma. En la mayoría de los casos, la llegada de empresarios ajenos al deporte no ha evitado la caída en picado del club. Y no sólo en términos deportivos. Los jugadores del primer equipo (que se disponen a disputar el ascenso a Segunda División B) han emprendido esta semana un encierro indefinido en el nuevo estadio Los Cármenes para reclamar el pago de sus sueldos y la dimisión del presidente, Pedro Ruiz,un empresario jiennense.

El viejo Granada Club de Fútbol, con 73 años a sus espaldas, vive momentos difíciles. La deuda económica multimillonaria es asfixiante, los ex directivos denuncian irregularidades económicas, los jugadores no cobran y la directiva intenta recuperar en los juzgados la propiedad del viejo, mítico y demolido estadio de Los Cármenes, vendido en 1996.

Ruiz convocó ayer a la prensa para anunciar que quiere convocar elecciones en verano y que no piensa marcharse "por el momento", como le piden los jugadores y los socios.

Francis Hernández, capitán de la primera plantilla del club, lamentó haber tenido que llegar al encierro. "Nos deben dos meses de sueldo y dentro de unos días, cuando acabe el mes, serán tres. A eso hay que añadir que algunos de nosotros [en la misma situación se encuentran 21 compañeros] aún tenemos cantidades pendientes de la temporada anterior".

Los jugadores ya se encerraron entre el 16 y el 22 de abril en el mismo lugar. Entonces, el presidente se comprometió por escrito a que les pagaría parte de los atrasos antes del 10 de mayo. "Riéndose de nosotros, hace unos días, nos dijo que aquel compromiso de pago era una mentira piadosa para que pusiéramos fin al encierro", afirmó Francis. "Ahora no pararemos hasta que él dimita. Los jugadores se sienten engañados", añadió.

El presidente del club tampoco cuenta con apoyo municipal. El alcalde, José Torres Hurtado (PP), dijo ayer que el Ayuntamiento solo ayudará al club y no a personas. El concejal de Deportes, Juan Casas, añadió que Ruiz "ha perdido toda la credibilidad y la confianza que teníamos depositada en él". "Lo mejor es que se vaya y, luego, ya veremos", concluyó.

Ante esta situación, aficionados y socios se concentraron ayer por la tarde en la calle Recogidas, en pleno centro de la capital, para protestar por la situación del club.

Esta turbulenta semana para el Granada comenzó durante el último partido contra el Carolinense. Al comenzar el partido, los jugadores se sentaron en la hierba durante un minuto y medio y algunos aficionados saltaron al terreno de juego para pedir la dimisión del presidente. Desde entonces, los jugadores están encerrados.

El Granada Club de Fútbol llegó a manos de Pedro Ruiz en una difícil situación económica: el club descendió a Tercera División por las deudas con los futbolistas y las taquillas fueron embargadas. El ex contable del club Rafael Martínez denunció supuestas irregularidades en las arcas del Granada.

Pedro Ruiz, es propietario de Incade, SA, la sociedad que gestiona los derechos por publicidad del club.