Una muestra sobre la Inmaculada reúne en Sevilla obras de El Greco, Zurbarán, Murillo y Pacheco

El Greco, Zurbarán, Murillo, Pacheco y Roelas, todos contribuyeron a un caldo de cultivo que se coció, principalmente en Sevilla, durante dos siglos y que estuvo listo en 1854 cuando el papa Pío IX proclamó el dogma de fe de la Inmaculada Concepción. La Catedral de Sevilla y la Hermandad del Silencio conmemoran esa fecha con una exposición que se inauguró ayer y que reúne 85 obras en las que la Inmaculada es la protagonista. Entre las piezas, fechadas del siglo XVI al XXI, pueden verse también esculturas de Martínez Montañés, Alonso Cano y Pedro de Mena, entre otros.

Inmaculada. 150 años de la proclamación del dogma es el título de la exposición que ocupará, hasta finales de noviembre, la sacristía mayor y la sala capitular de la Catedral. La muestra, comisariada por Enrique Pareja, ex director del Museo de Bellas Artes de Sevilla, está organizada por la Hermandad del Silencio con la colaboración del Cabildo Catedralicio de Sevilla y el patrocinio de Cajasur.

A través de las ocho sesiones en las que se divide la exposición, y especialmente en la titulada Una piadosa creencia, puede verse la evolución de la iconografía de la Inmaculada. Desde las imágenes primitivas como la que ofrece el lienzo de Sánchez Cotán (1591-1627) Aparición de la Virgen a San Juan Evangelista en Patmos, se pasa a las representaciones de la Virgen rodeada de todos sus símbolos que realizan los pintores de valencianos. Entre estos puede verse en la muestra Inmaculada (1625) de Agustín Ridaura. Pero la renovación de la imagen llega de manos de Francisco Pacheco (Sanlúcar de Barrameda-Sevilla, 1564-1644) en su Tratado del arte de la pintura. Pacheco fue el suegro de Zurbarán.

La selección realizada por Enrique Pareja incluye la segunda Inmaculada que Pacheco pintó en 1610 siguiendo al pie de la letra sus propios escritos y para la que le sirvió de modelo su hija Juana a los 13 años. La primera se conserva en la Universidad de Navarra. La Inmaculada de Pacheco es una cándida niña con túnica blanca y manto azul coronada por 12 estrellas.

"Después de dos años de trabajo, la muestra sigue las indicaciones del cardenal: es pedagógica y tiene un fondo de catequesis", comentó Pareja.

El cardenal de Sevilla, quien aseguró que la catedral siempre está abierta a este tipo de iniciativas, aprovechó ayer la presentación de la muestra y la presencia de la Consejera de Cultura, Rosa Torres, para decir: "El laicismo no significa olvido, ni mucho menos persecución; sino que el Estado y sus instituciones son garantes de la libertad religiosa".

Entre las pinturas destacan también óleos de Juan de Roelas, Herrera el Viejo y Juan de Valdés Leal. Sin embargo, es el lienzo de El Greco titulado Aparición de la Inmaculada a San Juan Evangelista el que provocó más exclamaciones entre los más de 200 invitados que asistieron a la inauguración. El cuadro, pintado entre 1580 y 1586, pertenece al Museo de Santa Cruz de Toledo.

La orfebrería, los bordados y con iconografía de la Inmaculada forman también parte de esta amplia exposición.