Moneo diseña frente al Guggenheim una biblioteca de cristal

El arquitecto Rafael Moneo (Tudela, 1937) no quiere competir con su colega Frank O. Gehry en Abandoibarra. El edificio que ha diseñado para albergar la biblioteca de la Universidad de Deusto, a escasos 200 metros del Museo Guggenheim, será un volumen neutro con las fachadas de pavés transparente y un patio de acceso abierto al parque de Abandoibarra. Las formas orgánicas y la piel de titanio del Guggenheim estarán presentes en su "vida interna", recalcó ayer Moneo en la presentación de la maqueta, "configurándose como el inevitable término de referencia. La ciudad se verá a través de la imágen optimista del Guggenheim".

Moneo ha elegido el pavés para diferenciarse del brillo del Guggenheim e integrarse suavemente en el entorno. Por el mismo motivo, el edificio, de cuatro alturas, tendrá un aspecto monolítico y sólido, con sus esquinas redondeadas.

25 millones

En el interior, las salas de lectura y otros servicios se distribuirán en una estructura en forma de ele alrededor de un espacio central. "No se trata de competir con el Guggenheim, sino de entender como entiende Bilbao su crecimiento y atender los patrones urbanos de [César] Pelli [autor del diseño de Abandoibarra]".

La nueva biblioteca contará con cerca de mil puestos de lectura, salas de trabajo individual para investigadores y un espacio especial para materiales antiguos. Permitirá, además, el acceso directo a unos 200.000 volúmenes, la cuarta parte de sus fondos totales. "Está más pensada para las gentes que la usan que para los libros", defendió el arquitecto. "El protagonista pasa a ser el usuario".

Las obras de la nueva biblioteca comenzarán en 2005 y su finalización está prevista dos años más tarde. El coste final del proyecto se calcula en 25 millones de euros, que serán financiados con fondos institucionales de Deusto y la Compañía de Jesús y dos líneas de crédito a largo plazo de la BBK y el BBVA. La dirección no descarta que parte del dinero proceda de donaciones "de personas o instituciones que crean que merece la pena aportar algo a la existencia de un centro de calidad".

En total, la biblioteca contará con 10.000 metros cuadrados de superficie, casi 4.500 ocupados por las salas de lectura. El resto ofrecerá´ también espacio para publicaciones periódicas y una mediateca. En cuanto al uso de las nuevas tecnologías, la biblioteca contará con una gran red de ordenadores, así como acceso a Internet sin cables y la posibilidad de manejar los recursos electrónicos de la universidad desde ordenadores externos.

"Es todo un símbolo que la futura biblioteca pase a Abandoibarra y que su autor sea Moneo, pero la clave se encuentra en nuestra idea de enseñanza. Sin ella, esta biblioteca no existiría", sentenció el presidente del Consejo de Gobierno de Deusto, Jesús María Eguíluz, quien explicó que la nueva biblioteca será todo un centro de recursos para el aprendizaje y la investigación. "La biblioteca está dejando de ser un mero lugar de almacenamiento de libros y documentos para aumentar y dirigir sus funciones hacia la preparación integral, el aprendizaje y la formación continua", detalló Eguíluz.

El rector de Deusto, Jaime Oraá, coincidió en subrayar la inserción del proyecto en una ambiciosa renovación pedagógica emprendida por la universidad privada.

En la larga trayectoria profesional de Moneo -premio Pritzker de Arquitectura en 1996 y Medalla de Oro del Royal Institute of British Architecs-, existe un proyecto de similares características: la biblioteca del campus de Arenberg de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), diseñada en 2002. El arquitecto no encontró parentescos de la biblioteca de Abandoibarra con su obra más cercana, el Kursaal de San Sebastián, inaugurado en 1999. "Estructuralmete no se parecen. Aquí no hay un palmo cuadrado que perder", destacó.