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Una tromba de agua colapsa la capital e inunda el metro de Antonio Machado

Los bomberos, colapsados por la tormenta y las caídas de cornisas

F. Javier Barroso

La tromba de agua caída en la tarde de ayer convirtió la capital en una ratonera para miles de conductores y de viajeros que se dirigían de regreso a sus casas. Las lluvias torrenciales anegaron pasos subterráneos, crearon enormes balsas de agua, y motivaron hasta el cierre del metro de Antonio Machado, en la línea 7, donde se produjo una gran inundación y escenas de pánico entre los usuarios. El servicio de las líneas C-4 y C-5 de cercanías, que unen la capital con Parla y Fuenlabrada también se vio interrumpido. Varios trenes quedaron parados en el llamado túnel de la risa.

El sol que lucía en la región a mediodía se tornó en un cielo totalmente negro, que descargó hasta 20 litros por metro cuadrado, según los observatorios del Instituto de Meteorología. Esta cantidad de agua cayó en pocos minutos en algunos casos, lo que provocó grandes inundaciones en pasos subterráneos como el del Banco de España (plaza de Cibeles) o el de Colón. En el primero era tal la cantidad de agua proveniente de la Gran Vía y la calle de Alcalá que los sumideros de la plaza no pudieron tragar la cantidad de litros de agua que se le venían encima. Eso provocó que el tráfico estuviera interrumpido en dirección a la Puerta del Sol y que los vehículos no se pudieran mover de ese punto. Los policías municipales se vieron desbordados en este tramo, según fuentes del Ayuntamiento.

También quedó temporalmente cortado el túnel de la calle de María de Molina, por un enorme charco en el que quedaron atrapados, entre otros vehículos, una furgoneta y un coche. Había casi medio metro de altura de agua embalsada. La avenida de la Ilustración y la M-30 en su recorrido norte se convirtió en "un gran río", según lo describió un automovilistas afectado.

Uno de los casos más graves se produjo en la calle de Saavedra Fajardo (distrito de Latina), donde una máquina perforadora destinada a construir pilotes de un futuro bloque de viviendas volcó sobre una valla, debido a que el terreno cedió. Dos grúas de gran tonelaje se desplazaron al lugar para intentar enderazarla, pero tuvieron grandes dificultades porque se había enganchado en un entramado metálico de la valla. Los bomberos desplegaron entonces una grúa de unos 50 metros de altura y, armados con equipos de soldadura, la cortaron, según informó un portavoz de Emergencias Madrid.Las calles de la capital se convirtieron ayer en una trampa para los conductores, ya que el tráfico quedó ralentizado por las balsas de agua. De hecho, una de éstas, de grandes dimensiones, afectó a la M-30 entre los kilómetros 25 y 27, a la altura del paseo del Marqués de Monistrol. La lluvia provocó además innumerables accidentes por alcances, lo que agravó en más de un punto la circulación por la curiosidad de los automovilistas. Así ocurrió en la plaza de Colón o en el paso elevado de la calle de Eduardo Dato, donde se incendió un vehículo. El paso subterráneo de la glorieta del Emperador Carlos V también quedó anegado.

Los bomberos del Ayuntamiento de Madrid se vieron obligados a efectuar 84 salidas, entre las 18.00 y las 20.00, a todo tipo de siniestros relacionados con el agua, como desprendimientos de cornisas, balsas de agua y caída de árboles y ramas sobre el asfalto. Algunos garajes quedaron totalmente inundados, por lo que los bomberos achicaron el agua almacenada. "Como la tromba de agua ha caído por toda la ciudad, el servicio de bomberos se ha visto desbordado en los momentos críticos", señaló el portavoz de Emergencias Madrid. El número de intervenciones aumentó hasta las 150 a las diez de la noche.

Otro de los casos más graves se vivió en la estación de metro de Antonio Machado (línea 7), en la zona noreste de la ciudad. La tormenta se cebó en este punto, lo que se tradujo en que el agua llegara hasta el andén donde estaba parado un convoy. El agua comenzó a subir y llegó hasta medio metro de los vagones. Los pasajeros pudieron abandonar el lugar a duras penas, dada la gran riada que caía por las escaleras de la estación. Eso provocó momentos de pánico, ya que muchos viajeros pensaron que se quedaban atrapados, según comentaron algunos testigos.

Enorme barrizal

"No hubo heridos, aunque sí se tuvieron que atender bastantes afectados por crisis de ansiedad que fueron dados de alta en el lugar", según Emergencias Madrid. Al lugar tuvieron que acudir cuatro dotaciones de bomberos para sacar todo el agua. En la superficie, el panorama era aún mucho peor, ya que al menos 15 turismos se vieron afectados por un inmenso barrizal que los dejó totalmente inutilizados. Otros tantos quedaron afectados por la gran cantidad de agua caída. La Policía Municipal tuvo que cortar la calle de Valderrodrigo, sita entre las calles de Fuencarral-El Pardo y Moncloa-Aravaca.

Cerca de allí, en el sótano del número 71 de la calle de Valdesangil, se inundó un centro de transformación de Iberdrola, desencadenando un fallo de suministro a varios bloques de la zona. El fluido eléctrico quedó restablecido sobre las 22.00, señalaron a Efe fuentes de Iberdrola, que movilizó a todos sus operarios de guardia en Madrid para atender las incidencias que ocasionó la tromba de agua.

"La presión del agua era tan fuerte en esa vaguada que hace la calle que las alcantarillas no daban abasto y las tapas han saltado por los aires. Los colectores no eran capaces de tragar todo lo que se les venía encima", señalaron fuentes municipales. Al igual que en los casos de Cibeles y Colón, algunos sumideros estaban taponados por las flores desprendidas de las acacias en esta temporada de primavera. El agua originó también 180 averías en los semáforos, que en su mayoría fueron subsanadas a última hora de la tarde.

El transporte subterráneo también se vio afectado en las líneas 1 y 2 de metro, que suspendieron temporalmente el servicio por problemas de suministros de electricidad o por filtraciones de agua. Dos trenes quedaron estacionados durante varios minutos en Atocha-Renfe a la espera de que se restableciera la corriente.

El metro también dejó de prestar servicio entre las estaciones de Guzmán el Bueno y Pitis, en el final de la línea 7. Según explicaron algunos testigos los primeros problemas se detectaron en la estación de Gregorio Marañon con filtraciones de agua desde el techo de la estación a la zona de las vías y andenes.

En la estación de Atocha, miles de pasajeros sufrieron las consecuencias de la enorme tromba, que llegó a descargar 16 litros de agua en unos 10 minutos, según fuentes municipales. El servicio de cercanías de las líneas C-4 (Madrid-Parla) y C-5 (Atocha-Fuenlabrada) quedó interrumpido durante más de media hora a causa de las balsas que se formaron en distintos tramos del recorrido, que transcurre por la superficie. Hasta que los bomberos no controlaron la situación, no circularon los trenes, lo que causó gran acumulación de viajeros en los andenes de Atocha.

Algunos pasajeros señalaron que algunos convoyes quedaron parados entre las estaciones del túnel de la risa, que une Chamartín y Atocha, lo que provocó la angustia y momentos de desesperación de los afectados.

Gran actividad tuvo también el teléfono de Emergencias 112, que recibió durante toda la tarde un total de 251 llamadas procedentes de toda la región solicitando la intervención de los bomberos en unos 200 siniestros. La mayoría de los comunicantes llamaban desde la capital, por lo que los avisos fueron transferidos a los servicios de urgencias del Ayuntamiento de Madrid, según informó un portavoz de Emergencias 112.

Problemas en la periferia

Gran parte de la tromba de agua cayó en los municipios de la periferia sur de la capital, en especial en Getafe, San Martín de la Vega, Torres de la Alameda, Aranjuez y Parla. Los bomberos de la Comunidad de Madrid efectuaron más de 75 salidas, sobre todo en los municipios con mayor número de población, como Getafe o Parla. De nuevo tenían que tratar problemas de caídas de árboles, desprendimientos de cornisas y balsas de agua en distintas calles. Varios garajes y sótanos quedaron inundados.

Todas las autovías de salida de la capital registraron por la tarde grandes problemas de retenciones y atascos. La autovía de A Coruña (A-6) y la de Extremadura (A-5) fueron de las más afectadas por este tráfico lento.

Un bombero observa la inundación registrada en los andenes de la estación de Antonio Machado tras la tromba de agua.
Un bombero observa la inundación registrada en los andenes de la estación de Antonio Machado tras la tromba de agua.AYUNTAMIENTO DE MADRID

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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