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Columna
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La guerra de las galaxias

¿No ha observado usted como que se ancha? Y no me refiero a los efectos del buen tiempo, que son justo lo contrario (tiende uno más bien a estrecharse, o por lo menos lo pretende, como consecuencia del plan bikini o bañador) sino a los del Universo. Porque deberíamos notarlos. Resulta que un grupo de astrofísicos de la universidad de Cambridge ha podido comprobar gracias al satélite Chandra que el universo se halla en plena expansión.

Einstein emitió la hipótesis en 1917 aunque luego se desdijo. Pues bien, ya no se trata de una hipótesis, el universo se expande y a toda pastilla. "Acelera de verdad", ha dicho uno de los sabios, y no tenemos más remedio que creerle. Hombre, algunos no sólo ya se habían dado cuenta sino que podrían estar buscando en el cosmos la justificación de su tendencia a expandirse. Ya lo dijo Pascal: "Ciertos espíritus sutiles no son geómetras porque nunca pueden volverse hacia los principios de geometría; pero ciertos geómetras no son sutiles porque no ven lo que está delante de ellos y porque, acostumbrados a los principios precisos y groseros de geometría y a no razonar sino después de haber visto y manejado cuidadosamente sus principios, se pierden en las cosas de sutileza, donde los principios no se dejan manejar del mismo modo".

Estamos asistiendo a la consolidación de una pinza expansiva que en su imparable expansión acogotaría a Zapatero
Pues bien, ya no se trata de una hipótesis, el universo se expande, y a toda pastilla: "Acelera de verdad"

Sí, me estoy refiriendo a la sutileza y conocimiento geométrico del otro Pascal -Pasqual- que se descolgó el otro día con la petición de nuevas competencias para una Cataluña que, ésta sí, acelera de verdad. Nada menos que 88 asuntos le reclama a Zapatero. Entre ellos estarían: el traspaso de la Seguridad Social, la Renfe, las carreteras y los aeropuertos, la inspección de los bancos de Cataluña y la potestad para convocar referendos; pero también el traspaso de la Agencia Tributaria y el control sobre la supervisión y régimen disciplinario de los bancos y entidades financieras, el traspaso de la red de paradores del Estado, la UNED, las becas universitarias, la homologación de los planes de estudios, los servicios de radiodifusión etc. etc. Mucho se va a tener que expandir Cataluña para que el quepa tanta cosa, pero sea como fuere, la petición hecha está y ahora se entiende por qué la expansión del universo catalán encandila tanto al universo en expansión vasco. Hasta conocer la lista de expansividades no se entendía bien que Imaz envidiase a Maragall, puesto que Maragall deseaba una Cataluña como Euskadi; visto lo visto, nada tiene de extraño que Ibarretxe le envidie la Seguridad Social, los referendos y hasta los paradores nacionales.

Estamos asistiendo a la consolidación de una pinza expansiva que en su imparable (?) expansión acogotaría a Zapatero comprimiéndole el universo. En efecto, si Zapatero -el Estado- permitiera que se expandiese el polo catalán, éste reatroalimentaría inmediatamente al polo vasco, iniciándose un proceso que llevaría a una y otra galaxia a alejarse constante y velozmente del grupo local o, dicho en términos astronómicos, de España. Todo está dispuesto desde la Generalitat para que así suceda. Comenzando por la vaselina: en vez de partir de una declaración fetichista de principios -la soberanía- Maragall parte de una lista de la compra que se ajustaría a la reforma estatutaria buscada de consuno por PSOE y PP. Luego vendría lo más gracioso, porque a partir de un nivel determinado de concesiones a la galaxia catalana, la galaxia de aquí querría ser, por lo menos, como ella y la guerra estaría servida.

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Aseguran los expertos que el grado de expansión del universo depende de la densidad de una cosa llamada materia oscura de la que hoy por hoy no sabemos nada pese a que representa el 75% de la materia del universo. Hombre, en el caso que nos ocupa todo dependerá más bien de la materia gris, es decir, de la capacidad para encontrar un punto medio: si se cede poco a Cataluña, habrá quejas y reivindicaciones (en Cataluña); si se cede mucho habrá quejas en el resto de España (y reivindicaciones en Euskadi). Pero, ¿lo habrá? Digo punto medio.

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